CUATRO

Víctor Ullate: "Me gustaría decirle a los padres que si sus hijos quieren bailar, les apoyen"

El popular director de la Escuela de "Fama ¡A bailar!" no se considera un profesor duro, pero califica de básica la disciplina en esta actividad

Hijo de dos maestros de la danza, Víctor Ullate Roche elegió la profesión de sus padres, pero ha dado un paso más. Además de bailarín, Ullate es actor, cantante y, ahora, director la escuela de danza de "Fama ¡A bailar!", el "reality" de Cuatro que se ha convertido en la revelación de la sobremesa.


Consciente de la dificultad de ser hombre y bailarín, a pesar de no haber tenido problemas al respecto por la profesión de sus padres y el apoyo recibido a la hora de cristalizar su vocación, Víctor Ullate hace un llamamiento a las familias de las futuras estrellas de la danza para "que se quiten los prejuicios de la cabeza".


En poco tiempo "Fama ¡A bailar!" se ha hecho un hueco en la sobremesa, ¿qué es lo más le gusta del programa?


La labor de los coreógrafos, y que se haya pensado en nosotros, en el sector de la danza en general. Aunque también estoy muy satisfecho con los alumnos que hemos elegido.


¿Qué estaba haciendo cuando le llamaron para encargarse de la escuela de "Fama"?


El musical del Dúo Dinámico, "Quisiera ser", y sigo haciéndolo. La verdad es que estoy muy contento.


¿Es su primera experiencia como maestro de danza?


No. Yo tengo mi propia escuela de teatro musical en Madrid, que dirige mi madre Carmen Roche y en la que yo soy el director musical.


¿De dónde saca tiempo para todo?


Llevo cuatro meses sin descansar ningún día, pero me motiva trabajar mucho. He trabajado tanto y he bailado tanto, que más extenuado de lo que estuve en su día no puedo estar. Mientras el cuerpo aguante...


¿Se considera un profesor duro?


No. Yo no soy el típico maestro de bastón. Solo intento dar consejos a los chicos y acompañarles en este periodo de tres meses. En la escuela no hay ningún maestro duro pero, evidentemente, tenemos una disciplina porque, en el mundo de la danza, o adquieres disciplina o no llegas a nada. A veces nos ponemos serios y cuando tenemos que sacar el bastón lo sacamos pero nuestro espíritu no es de gente "borde".


¿Qué le atrae más la actuación o la danza?


Yo me defino como actor, porque un bailarín también es un actor aunque actúe con el cuerpo, no con la palabra. Yo comencé a bailar a los 14 años y he evolucionado hasta decantarme por la interpretación y el canto. Creo que un bailarín tiene que evolucionar porque a partir de los 35 años el cuerpo ya no es el mismo, te vas oxidando.


¿Cree que hay muchos prejuicios hacia los hombres que se dedican a la danza?


Sí, y es muy triste, porque me he encontrado con gente que quiere bailar pero sus familias no les apoyan. Yo no he tenido ese problema, porque a mí siempre me han apoyado en todo, pero me gustaría decirle a los padres que si sus hijos quieren bailar, les apoyen. Es una profesión muy hermosa y deben quitarse los prejuicios de la cabeza. Que su hijo se dedique a esto no significa que sea homosexual porque esta profesión es algo vocacional que sale del corazón y tienes que expresarlo.


¿Ha conocido algún caso que le haya impresionado?


Sí. Yo tuve un compañero, que por desgracia falleció, y su mayor ilusión era enseñarle el título de bailarín a su madre. Pero, contrajo el sida y no pudo terminar los estudios de danza. Esa historia la tengo grabada, por eso me gustaría hacer este llamamiento para que los padres apoyen plenamente a sus hijos.


¿Cree que en España se apoya suficientemente a la danza?


La verdad es que los que estamos en esto nos sentimos como el patito feo dentro de las artes porque realmente no hay apoyo. Además, cuando hacemos espectáculos de danza, la gente no viene a los teatros porque no hay una educación previa, no llega a sus casas y este programa lo hace. Yo espero que, con el tiempo, "Fama ¡A bailar!" haga muchas cosas en favor de este sector. Lo que habría que hacer es llevar a los niños a ver danza.