Recién casada con Alfonso Díez, Cayetana de Alba es a sus 85 años una mujer de rompe y rasga capaz de ponerse el mundo por montera y salir al paso de todas las "mentiras podridas" -según sus propias palabras- que se han dicho de ella. Así, resuelta y feliz por su recién estrenado matrimonio, se muestra la duquesa en la entrevista con Virginia Drake que publica el suplemento 'El Semanal', que acompañará este domingo al ejemplar de HERALDO.

La duquesa de Alba, que acaba de editar con Espasa su autobiografía, titulada 'Yo, Cayetana', charla con la periodista de sus sucesivos maridos -Luis Martínez de Irujo, Jesús Aguirre y ahora Alfonso Díez-, de sus hijos -los seis que tiene, los que perdió y los que le hubiese gustado tener-, de sus convicciones católicas y monárquicas, de su padre e incluso de los fantasmas que dicen que pueblan sus palacios de Liria y Salamanca.

En la entrevista, Cayetana asegura: "Nunca se me resistió ningún hombre que a mí me interesara", y confirma que cuando estaba soltera sus amigas la llamaban "la bombilla" por "la cantidad de moscas y moscones que tenía alrededor".

También confiesa que le hubiese gustado tener buena voz para poder cantar y que, aunque ha sido "una mujer muy feliz", también ha llorado por "todo lo que he pasado". Por desvelar, Cayetana desvela incluso su epitafio y el lugar donde desea que reposen sus cenizas cuando muera.

La entrevista va acompañada por varias fotografías de la duquesa: una en bicicleta con cuatro años, otra acompañada de su padre el día de su primera boda, algunas con sus maridos y una de 1970 practicando una de sus aficiones: la pintura.

Además, 'El Semanal' entrevista en este número a algunos de los galardonados con los premios Príncipe de Asturias (Toyohiko Tomioka, Howard Gardner, Bill Drayton, Haile Gebrelassie y Giacomo Rizzolatti) y a Jean-Michel Cohen, nutricionista que ha cuestionado la famosa dieta Dukan.