LA SEXTA

Jordi Évole: "La derecha es muy cachonda aunque no lo parezca"

El humor del Follonero, a prueba de ideologías en el programa semanal que estrena este domingo en La Sexta, 'Salvados'.

Una pareja de actores se infiltran en el metro, bailan y protagonizan un 'streptease' controlado, acompañados por la música de un radiocassette. Piden dinero para solventar la crisis.


La risa está garantizada en este numerito que forma parte del programa semanal que estrena este domingo Jordi Évole, El Follonero, en el horario estelar de La Sexta , 'Salvados'. Un programa con diferentes secciones que sale a los barrios, a los mercadillos, que realiza entrevistas insólitas a la clase política o que patrulla las calles con el Yoyas. Évole dice practicar un humor de riesgo, atrevido, que hace « trasdatas» sin diferenciar colores, aunque se define como un hombre de izquierdas.

 

«Procuraremos ser trasversales en ideologías, que no se nos vean las ideas políticas, y la derecha es muy cachonda aunque no lo parezca. Yo me lo he pasado muy bien con Rajoy», expone el cómico y guionista.


Jordi Évole se desprendió de Buenafuente para dirigir sus propios especiales monográficos, emitidos en La Sexta bajo el epígrafe de 'Salvados ' por la Iglesia, por la tele, por la campaña electoral, los toros y las vacaciones. Pero se agotan los temas de actualidad y ahora ha optado por un espacio semanal en el que tratará asuntos de la vida y la realidad española, desde los más frívolos a los más sagrados con un reporterismo desinhibido y con mucha retranca. Para empezar, en el primer programa se van a un mitin del PSC en Bar donde Évole deja al ministro de Trabajo con el micrófono en mano para que hable de la crisis mientras el charla con un gentío de mujeres. Corbacho, mientras tanto, es pertinaz en su discurso y no suelta el micrófono.

 

En el mismo escenario está Carme Chacón, la ministra de Defensa, a la que regala un pequeño uniforme del Ejército para su bebé. Y en la siguiente entrega se le verá ir en taxi con Carod Rovira, sentado detrás mientras resiste una música de ambiente muy cañí: 'Que viva España' de Manolo Escobar


El Follonero reconoce que «hay sectores a los que no caemos bien, qué os voy a contar. El humor de riesgo tiene sus consecuencias». Pero son más los síes que las negativas cuando llama a distintas puertas. «Además, no hay mal humor en la derecha, y ahora el ambiente está mejor, más calmado que en la anterior legislatura».

La calle


Pero no sólo de personajes públicos vivirá el programa, que se echa a la calle y patrullará los barrios con un personaje que no puede ser más de la calle, el Yoyas, ex concursante de 'Gran hermano', que es «un hombre libre, superfollonero, surgido de un medio con el que juega». Otro apartado ironiza directamente con la televisión, 'No está pasando' en el que El Follonero y sus secuaces arman confusos tinglados entre los transeúntes. Y no faltarán ideas curiosas para remontar la crisis.


Évole dice que los actos mediáticos son muy herméticos, que lo políticamente correcto lo invade todo, y que por eso el público agradece que el equipo se salte lo establecido. De hecho suelen animarles con un «dales caña» cuando salen a la calle. «Pero siempre con respeto, sin reventar nada», puntualiza.


El Follonero se encuentra en este programa en su salsa, dice que no es hombre de platós y reconoce que «sólo tengo un personaje con el que voy tirando hasta que dure, aunque a veces me da un poco de verguenza». Sabe que hay mucho reportero gracioso en la televisión y que si no exprime su propia personalidad se convertiría en uno más. A pesar de las apariciones, Évole asegura que «sigo siendo tímido pero tengo que pagar una hipoteca».