Tras el glamour de los Premios Príncipes de Asturias, el televidente puede optar por el baño de cruda realidad que todos los viernes ofrece 'Callejeros' (22.30), que en esta ocasión visita Huelva y Madrid.

Los aguerridos reporteros de Cuatro buscan sus peculiares historias en El Torrejón, un barrio de la ciudad de Huelva donde, entre carreras de coches, señoras en bata y barbacoas callejeras, encuentran historias como las de Gabriel, que va en silla de ruedas y que después de cinco años ya puede salir a la calle porque han rehabilitado su bloque e instalado un ascensor.

En Madrid, Callejeros visita dos rincones muy diferentes de la ciudad; la popular calle Desengaño y la Casa de Campo. En la primera, a veinte metros de la popular y turística Gran Vía, afloran ante las cámaras prostitutas, traficantes, grafiteros y policías en busca de material robado.

Y en la Casa de Campo, un pulmón verde de la capital con 1.800 hectáreas, conviven también los turistas que usan el teleférico, el único de la ciudad, con las prostitutas y los homosexuales que buscan sexo rápido en las zonas más arboladas, cerca del carril bici.

También acuden a este antiguo coto de caza de la realeza los ecuatorianos que se reúnen en los días festivos para comer, bailar y jugar a la pelota y, casualidades callejeras, unos romeros que, lejos de su tierra, han elegido el pulmón madrileño para rendir ofrendas a su patrona, una Virgen de Huelva.