GUERRA POR LA AUDIENCIA

Antena 3 y Telecinco se enzarzan en una guerra

La emisión por parte de la cadena de Planeta del vídeo promocional 'Pone' dio inicio al cruce de vídeos con puyas directas.

 Antena 3 y Telecinco han arrancado 2011 lanzándose puyas directas, llegando a unos límites que no habían sobrepasado antes. La cadena de Planeta estrenó hace unos días un vídeo promocional y su lema para este año: 'Antena 3 pone', un musical protagonizado por Jorge Fernández que arranca en un despacho, con un experto en televisión sugiriéndole al presentador de 'La ruleta' unos cambios en su estética -le propone salir en triquini- y en el programa -incluir azafatas vestidas de cuero y un caballo-. Y Jorge se planta: "Para, para. No. Esto no es tele, no es mi tele". Entonces empiezan las acrobacias musicales con Matías Prats, Susana Griso, Cantizano y los rostros más conocidos de sus series. Entre saltito y saltito, toda una declaración de intenciones: "Aquí (en A3) cualquiera sale, pero aquí no todo vale. Ponen los informativos (los suyos), en los que el amarillo es solo un color, y el entretenimiento que no humilla a nadie...".


En ningún momento mencionan en el videoclip a Telecinco, pero en la cadena de la competencia se han dado por aludidos. Y no ha tardado en llegar la réplica con un vídeo de promoción con sus rostros más populares -Carbonero, Mercedes Milá, Jordi González, Ana Rosa Quintana, Pedro Piqueras...- y un montón de gráficos comparativos entre sus espacios y los de Antena 3, en los que la cadena de Fuencarral se atribuye el liderato en informativos, entretenimiento... Y añade un par de frases: "Aunque a algunos no les guste, el dato pone lo que pone, y lo que pone es que tú nos eliges en diversión. Deja atrás la tristeza y diviértete con nuestra mejor programación".


Dicen en Telecinco que "Antena 3 parece tener un problema de identidad, se preocupa en exceso por explicar en sus 'promos' lo que no es, probablemente porque no sabe qué es o lo que quiere ser". Pero en Antena 3 vienen a decir que el que se dé por aludido, allá él. "Pone' es nuestro 'slogan' de 2011 y no un arma arrojadiza contra nadie, pero es cierto que se ha reavivado un interesante debate sobre los distintos modelos de contenidos de televisión y sus límites. Curiosamente la respuesta de la competencia rehúye este debate y simplemente se limita a enumerar algunos datos de audiencia interesados y parciales". Y añaden: "Nosotros no somos los que hemos cerrado un canal 24 horas de información por 'GH 24 horas', ni somos los que hemos dado varios 'prime time' a Rodríguez Menéndez".


Por si eran pocos, se mete La Sexta, que parodiará en 'SLQH' la trifulca. Patricia Conde y compañía anuncian que van a "poner música a la guerra de 'promos' entre Antena 3 y Telecinco". Guerra que no es sino el último capítulo del rifirrafe que mantienen desde hace meses ambas cadenas en su encarnizada lucha por la audiencia. Y es que todavía colea el episodio de octubre, cuando entre las dos casi vuelven locos al espectador con las emisiones de 'Hispania' (A3) y 'Felipe y Letizia' (Telecinco). La cadena de Fuencarral no paró hasta hacer coincidir el estreno de su tv-movie más ambiciosa con la serie de romanos que prometía ser un bombazo.


Romanos contra príncipes

El día 25 ganaron los romanos con 4,7 millones de espectadores frente a los 4,2 que hizo el primer capítulo de la miniserie sobre los Príncipes. Dos días después, el segundo capítulo de 'Hispania' volvió a batir a 'Felipe y Letizia', pero por los pelos. Pero Telecinco se proclamó a sí misma vencedora de "la noche" y así se lo hizo saber a sus espectadores en un anuncio promocional.


De la noche sí lo fue, porque sumó la audiencia de la miniserie y del programa especial sobre los Príncipes que emitió después, pero no ganó a 'Hispania' porque en el tiempo que se emitió la serie hubo más gente siguiendo las aventuras de los romanos que la de los Príncipes. Este vender los datos de una manera tan favorecedora para sus intereses molestó sobremanera en Antena 3, que salió a aclarar que los vencedores fueron ellos. Mientras, el público se hacía un auténtico lío.