ENTREVISTA

Alejo Sauras: “A veces echo de menos poder salir a la calle sin haberme duchado”

El 'Raúl' de 'Los Serrano' se interesa por el Che, por los aviones y, sobre todo, por lo suyo, que es ser actor. Su último trabajo televisivo ha sido 'Cazadores de hombres'. En el cine, se ha dejado torturar por una 'Sexykiller'. Y ahora, está pendiente del estreno de 'Mentiras y gordas', la nueva película de Albacete y Menkes.

Alejo Sauras, hace dos años, en una visita a Zaragoza.
Alejo Sauras: “A veces echo de menos poder salir a la calle sin haberme duchado”
ESTHER CASAS

Luce barba de tres días y chupa de cuero. Pero no una chupa cualquiera. Se trata de una auténtica Belstaff, la marca de la mítica cazadora con la que viajó el Che Guevara por Latinoamérica, y con la que solía pilotar su avión el magnate Howard Hughes.


Esas cazadoras las han llevado colegas suyos como Steve McQueen, Tom Cruise, Di Caprio... ¿Con quién se queda?

Yo, con el Che.


¿Es mitómano?

Soy cultureta. Mitómano era más de joven.


¿De joven? ¿Qué edad tiene?

En junio haré los treinta. Pero es que al Che lo admiro desde pequeñito. De hecho, me leí todos sus libros, y tenía el póster y la camiseta del Che. Hasta sus diarios me llegué a leer y eso que eran aburridísimos.

Curioso para su generación...

Es que yo con 14 años estuve en Bolivia. De vacaciones. A mis padres les gustaban las vacaciones un poco extrañas.


Vamos, que es hijo de progres.

Sí, je, je... Estuve en la selva donde mataron al Che. Me quedé encandilado y me sé toda su historia.


¿Es cierto que estudió Aviónica?

Sí. Los aviónicos son los que reparan la electrónica de un avión; todos esos botoncitos que hay en la cabina del piloto. Y lo estudié por libre, porque entonces no existía esa rama. Es que yo estudiaba electrónica, y cuando tenía 16 años salieron oposiciones para técnicos de electrónica en Iberia. Tuve suerte y las saqué. Mi padre trabajaba en el aeropuerto, yo iba mucho por allí y me encantaba.


¿Pilota?

He hecho mis pinitos... Pero aún no me he sacado el carnet.


¿Y lo de ser actor?

Es algo que me ha acompañado a lo largo de toda mi vida, pero más como una ilusión.


Como que empezó haciendo teatro en japonés...

Estudié dos años japonés y en ese tiempo hicimos dos obras, sobre todo para los japoneses que viven en España. Llenamos el teatro de la Escuela Oficial de Idiomas.

 

¿Le entendían los japoneses?

Sí, porque la fonética del japonés se parece mucho a la del español. Pero de eso hace diez años. Cuando fui a Tokio solo me sirvió para saber en qué estación de metro estaba sin buscar el cartel en inglés.

¿Cómo le trató 2008?

Bien. Después de ‘Los Serrano’ dije que no me apetecía hacer otra serie de televisión. Pero me llamaron de ‘Cazadores de hombres’ y no me pude negar.


¿Por el guión o por Emma Suárez?

También por Emma, claro. Siempre había tenido ganas de trabajar con ella y encima mi personaje era una maravilla y me permitía dar un giro total.

Una vez dijo que detrás de la mujer más guapa del mundo hay un hombre harto de ella.

Eso fue en respuesta a una pregunta. Ahora le puedo decir también que detrás del hombre más estupendo hay una mujer harta de él. Y es que a las personas se las conoce con el tiempo. No hay que fiarse demasiado del físico.

 

¿No le gustan las guapas?

Sí, como a todo el mundo. Eso es como el dulce. Pero el físico no es la primera opción. Como no haya algo más detrás, vas listo.


¿Ha conocido a mucha guapa insoportable?

He conocido a mucha gente. Me gusta mucho la gente. Y también he conocido a mucha guapa maravillosa.


¿Qué le pide a 2009?

Tiempo para descansar, que es en realidad lo que más falta me hace.

¿Solo o en compañía de otras?

Para descansar hay que dormir. Y para dormir hay que estar solo.

 

¿Cómo lleva que le paren por la calle?

Bien, porque recibo cariño. Pero a veces echo de menos poder salir a la calle sin haberme duchado.

 

¿Ve a Javier Bardem y piensa: “Ahí quiero llegar yo”?

Lo veo y siento orgullo. Mis ambiciones son todas personales.

No quiero subir montañas, sino disfrutar el camino.