Cinco aragoneses en Eurovisión: “Reservamos los hoteles hace un año, nada más salir el país ganador”

Los preparativos del viaje de Quique, Santi, Edgar, Enrique e Ignacio comenzaron en el mismo momento en que Suecia se hizo con el primer puesto de la competición.

Los cinco aragoneses eurofans.
Los cinco aragoneses eurofans.
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La de Quique Ineva y sus amigos es una verdadera historia de amor por Eurovisión. De hecho, este vecino de María de Huerva reservó los hoteles el mismo día que terminó la edición pasada de la competición. “Hemos venido un grupo de 16 personas, cinco de Aragón, para disfrutar del ambiente, de la gente y de Eurovisión de principio a fin”, explica el técnico audiovisual de 39 años, que se autodefine como “eurofan”.

Y es que, junto a Santi Trueba (37) y Edgar Fernández (35), médico y farmacéutico de Zaragoza, respectivamente; Enrique Moncada (36) supervisor de calidad de Mequinenza e Ignacio Rivera (40), médico en Barbastro, ya en Copenhague desde el pasado domingo, están más que dispuestos a disfrutar de la semana más Eurovisiva.

Europa Press

En el calendario de los próximos días de todos los eurofans, varias citas. Empezando por este jueves, cuando tendrá lugar la segunda final de Eurovisión en el Eurofans Club. “En nuestro caso, además, el viernes asistiremos al Malmö Arena donde se realiza la ‘Jury final’, que es como un gran ensayo general de la gala con público en la que los miembros del jurado oficial de cada país participante emiten su puntuación final”, explica el maño. En cuanto a la gran final, como muchos otros seguidores llegados de distintos rincones del mundo, la seguirán desde algún local de la zona en el que se organice un visionado.

Mientras tanto, tanto él como sus compañeros disfrutan de una semana de vacaciones haciendo turismo por la zona, “tanto en Copenhague como los alrededores de Dinamarca”, admite. Y es que, si hay algo que han tenido es tiempo para planificar el viaje, el cual comenzó hace un año, cuando Suecia se hizo con el primer puesto de la emblemática competencia: toda una quiniela. “Ese mismo día reservamos hoteles con cancelación gratuita en las tres posibles ciudades que Suecia podía elegir para celebrar el concurso”, recuerda. Es decir, en su capital, Estocolmo; en Gotemborg o Malmö.

Los cinco aragoneses en Mälmo.
Los cinco aragoneses junto a un grupo de eurofans en Copenhague.
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“Para ser sede de Eurovisión tienes que cumplir una serie de requisitos, y no todas las ciudades los cumplen. Por eso sabíamos que podía ser tan solo en uno de estos lugares”, afirma. Entre otras características, el estadio que alberga la cita debe estar disponible “durante siete u ocho semanas consecutivas“, incluida la semana posterior a la final, y la ciudad anfitriona necesita tener más de 3.500 habitaciones de hotel disponibles durante la semana del concurso, por ejemplo.

Finalmente, cuando en septiembre, cuando se confirmó que la tercera ciudad más habitada del país escandinavo, Malmö, volvería a ser sede de Eurovisión, este grupo de amigos terminó de diseñar su viaje. “Copenhague tenía el aeropuerto más cercano, y las ciudades están a una hora de distancia separadas por un puente”, explica.

“Entonces cancelamos el resto de reservas y ahí comenzaron a subir los precios en la ciudad, pero como hicimos la reserva antes, pagamos el precio de una estancia estándar y así evitamos la subida de precios que se hacen en este tipo de casos”, afirma. Y es que hoy, como explica, en la zona todo está por las nubes.

Eso sí, en este caso, la experiencia es un grado. Y varios de los integrantes de esta expedición aragonesa repiten aventura, habiendo asistido a las ediciones de Turín -con Chanel-, Portugal e incluso Israel. “Yo es la segunda vez que lo hago, voy algo rezagado en cuanto al resto”, bromea Ineva.

¿El siguiente paso? Hacerse con las entradas para Eurovisión. “No logramos hacernos con ellas en un primer momento debido a la alta demanda, sin embargo decidimos venir igual”, admite. Fue este mismo sábado, casi 12 meses después, mientras comían, cuando encontraron una serie de tickets en una página de reventa para el show de este viernes.

Civera, en una discoteca escandinava

Estos días, en el país escandinavo absolutamente todo rezuma Eurovisión hasta el punto de que bares y discotecas emitirán la semifinal y la final en directo. “Estamos aquí porque es una cita que nos encanta. Viajamos, conocemos a gente de otros países y aprovechamos la fiesta, el evento y el ambiente que es de mucha unión. Además, jamás volveremos a encontrar este lugar con este ambiente, es algo único, explica, emocionado.

Recuerda, por ejemplo, cómo la pasada noche sonaba el inolvidable ‘Dile que la quiero’ de David Civera en la discoteca a la que acudieron, junto al resto de temas de ediciones anteriores de Eurovisión. “Esto es único”, añade. Y es que, aunque los pronósticos generales no son demasiado halagüeños para el dúo español Nebulossa -que defenderá este sábado la canción ‘Zorra’ -, los aragoneses aseguran que, el resultado, es lo de menos: “No venimos por ver ganar a España, venimos para disfrutar de la ciudad, de la gente y para apoyar a nuestro país”.

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