Mi más sincera bienvenida a los participantes de la 73ª edición del Congreso Mundial de Medios de Comunicación y mi reconocimiento a quienes desde los órganos de dirección de WAN-IFRA han conseguido que este evento tenga lugar en Zaragoza. Sin duda, ha contribuido a ello tener a un aragonés, Fernando de Yarza, presidente del grupo HENNEO en la presidencia de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, WAN-IFRA, y de la europea, News Media Europe, así como en la vicepresidencia de la organización española Asociación de Medios de Información (AMI). Aragón, comunidad de la España interior, es desde siempre tierra de periodistas y de buen periodismo.

Este año nos encontramos celebrando el 40 aniversario del Estatuto, que ha permitido nuestro autogobierno (dentro de la unidad de España y fiel a la letra de la Constitución) y los años más prósperos de su desarrollo y progreso. Todos los avances de la Comunidad han sido relatados por los medios de comunicación aragoneses desde la más absoluta pluralidad editorial. Fue el periódico Andalán el aldabonazo, el antecedente inmediato de nuestro Estatuto y lo recordamos como un soplo de aire fresco en la transición, además de un acicate de nuestra conciencia colectiva. Efectivamente, Aragón ha ido forjando su lugar en la configuración de la España moderna y autonómica y sus medios de comunicación han contribuido a formar una opinión pública exigente. En territorios extensos como el nuestro, los medios de comunicación son vertebradores al ser soportes con una información cercana y necesaria. La prensa es indisociable de un proyecto de país democrático y por tanto es también responsable del tiempo que le toca vivir, precisamente en este convulso arranque del siglo XXI, en el que las adversidades han vapuleado a muchos sectores, incluido el de los medios de comunicación. La presencia de un periodismo serio, riguroso y que contrasta, es más imprescindible que nunca en tiempos de desinformación y de noticias falsas.

La huella de nuestro devenir

Nuestro mundo se enfrenta a retos que afectan a nuestro actual modo de vida y desde el ámbito más local al global, los medios de comunicación marcan la huella de nuestro devenir, testigos de cada error, de cada acierto, de las miserias y las excelencias humanas, individuales o colectivas. Son parte del sistema más elemental de las sociedades avanzadas y es prioritario procurar su subsistencia y preservar la integridad de sus profesionales frente a la mentira o la tiranía. Espero que su estancia en Aragón sirva para para que los medios de comunicación vean más despejado su panorama futuro porque el suyo es el de toda la sociedad.