Vuelve el hombre blandengue

Igualdad recurre al Fary, que hace 40 años criticó a los que ayudan en casa, para animar a los varones a vivir una masculinidad comprometida con el feminismo

'El Hombre blandengue', nueva campaña del Ministerio de Igualdad.
'El Hombre blandengue', nueva campaña del Ministerio de Igualdad.
Ministerio de Igualdad

Al Fary, nuestro Chuck Norris de la copla, lo ha rescatado Irene Montero para la nueva campaña del Ministerio de Igualdad contra el machismo. Manda huevos, que diría Trillo. Porque seguramente José Luis Cantero, el nombre real del Fary que tomó su apodo artístico por su admiración a Rafael Farina, nunca habría imaginado que su figura fuera utilizada para una campaña de un Gobierno "sociocomunista" para bajar la testosterona. O quizá sí. No lo podemos saber porque el cantante murió en 2007 con 69 años.

Al Fary, que fue taxista y que reconoció que era "más bien de morro feo", le han trascendido algunas de sus canciones más cañís, auténticos pelotazos de gasolinera como 'Torito guapo' ("que ya nació pa semental") o 'Apatrullando la ciudad'. Pero también le ha perseguido como una sombra aquellas memorables, por casposas y estrafalarias, declaraciones que hizo en 1984 en un programa de TVE en las que se inventó el término 'El hombre blandengue' para lanzarse como un Miura contra el varón que arrima el hombro en casa con la compra y los niños.

"La mujer es muy pícara"

"Siempre he detestado al hombre blandengue. Y, además, he podido analizar que la mujer tampoco admite al hombre blandengue... La mujer es muy pícara, valga el sentido de la palabra, porque yo lo que más valoro en esta vida es la mujer. Sin la mujer, la vida no tendría sentido. Pero la mujer es granujilla y se aprovecha mucho del hombre blandengue. No sé si se aprovecha o se aburre, y entonces le da capones. Por eso digo que el hombre debe de estar en su sitio y la mujer en el suyo (...) porque la mujer tiene esos derechos que yo respeto... Y más tenía que tener, porque la mujer se lo merece todo. Pero amigo mío: el hombre no debe nunca de blandear. Debe estar ahí porque la mujer necesita ese pedazo de tío ahí. Al hombre blandengue le detesto. Ese hombre de la bolsa de la compra (...), del carrito del niño con el coche...". Así se despachaba El Fary hace casi 40 años para reclamar esa hombría recia, carpetovetónica, con aroma a Varón Dandy y en peligro de extinción en la España de aquel tiempo, con Felipe González en la cresta de la ola.

'El hombre blandengue', campaña del Ministerio de Igualdad.
'El hombre blandengue', campaña del Ministerio de Igualdad.
Ministerio de Igualdad

Ahora, con las bendiciones de su familia, el Ministerio de Igualdad recurre al Fary y su "hombre blandengue" para animar a los hombres a vivir un nuevo tipo de masculinidad, más comprometida con el feminismo y la corresponsabilidad en el hogar. La campaña pretende poner en valor la evolución de la sociedad española los últimos 40 años y, a la vez, alentar a los hombres "a seguir viviendo la masculinidad de una forma más comprometida, abierta y sana".

"Este ministerio habla también a los hombres cuando hacemos políticas feministas", ha dicho en la presentación de la campaña Irene Montero. Ella aún no había nacido cuando El Fary craneó en aquel programa lo del "hombre blandengue" sin saber que con su fogosa filípica se empezaba a cargar la cultura del heteropatriarcado.

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