La guerra fría sacude 'The Boys'

La ficción de Prime Video logra en su tercera temporada impactar como el primer día, gracias a la soberbia de un Patriota desatado.

Fotograma de la tercera temporada de 'The Boys', en Prime Video.
Fotograma de la tercera temporada de 'The Boys', en Prime Video.
Prime Video

'The Boys', en su tercera temporada, sigue siendo feroz, impactante, violenta y desternillante. Lo consigue, fundamentalmente, porque pese a que los personajes apenas evolucionan y funcionan a menudo como arquetipos, los guiones y la puesta en escena siempre acaban sorprendiendo a los espectadores, con cantidades ingentes de hemoglobina y desmembramientos -digitales, eso sí-, situaciones rocambolescas -la secuencia de Termita en el primer capítulo de esta temporada es genial- y un argumento que, en el fondo, analiza nuestra sociedad a través de la sátira, la ironía y el sarcasmo.

Primero, un poco de contexto. Recordemos que en este universo, los supers, como llaman a las personas con capacidades extraordinarias, no siempre hacen el bien. Endiosados, se dedican a llevar una buena vida y engrosar sus cuentas corrientes gracias a los ingresos por publicidad y al merchandising que generan a su alrededor, especialmente el grupo de Los Siete, una suerte de Los Vengadores, a los que lidera Patriota. Vought es la empresa que está detrás de ellos. Se ocupa de llevar sus redes sociales, de generar interés en la audiencia y de crear todo tipo de productos -hasta películas hacen-, además de, ojo, vender los servicios de estos titanes a distintas ciudades de Estados Unidos. Ese giro de tuerca al género es el que mantiene al espectador atento a la pantalla.

Pero, ¿en qué punto nos quedamos en la anterior temporada? El clímax llegó con el enfrentamiento final entre el dúo formado por Stormfront y Patriota y el grupo de los chicos que dan nombre al título, liderados por el Carnicero. El equipo acababa de filtrar a los medios de comunicación que Stormfront no solo fue la primera persona a la que se le suministró el componente V, la sustancia con la que Vought convierte a los seres humanos en superhéroes, sino que era amiga personal del mismísimo Adolf Hitler. Durante la pelea, Ryan, el hijo de Patriota y de Becca, la esposa del Carnicero, acaba abrasando a Stormfront y matando, sin querer, a su madre. Patriota a punto está de arrasar con todo para llevarse a Ryan, pero la Reina Maeve, pieza fundamental de Los Siete, le amenaza con difundir un vídeo en el que se ve cómo Patriota dejó que un avión se estrellara tras un atentado terrorista con la intención de que la opinión pública se decantara a favor de la necesidad de contar con superhéroes en el Ejército. A partir de entonces, la CIA mantendrá escondido a Ryan, lejos de Patriota.

En el comienzo de esta tercera temporada, la maquinaria propagandística de Vought ya está en marcha y tiene nombre: 'El amanecer de los Siete', la última película que la compañía ha facturado, toda una superproducción al estilo de 'La Liga de la Justicia' de Zack Snyder, que busca reconciliar a Patriota con el público. La película acaba con el enfrentamiento entre Los Siete y una Stormfront -genial el cameo de Charlize Theron- que trata de sumar a Patriota a las fuerzas del mal. Pero es que él, como se ocupará de repetir en todas las entrevistas promocionales, era solo un hombre enamorado de la chica equivocada. "Soy a prueba de balas, pero esto de aquí -dice señalándose el corazón- no lo es. Soy tan humano como cualquiera de vosotros". Anthony Starr da vida al maquiavélico superhéroe, que vuelve a fascinar en cada gesto y cada mueca.

Nuevos caminos

Ya en la 'premiere' de la cinta descubrimos la tensa guerra fría en la que parecen inmersos Los Siete y nuestro grupo de renegados favoritos. Hughie, que durante dos temporadas trató de dar caza a Patriota y a A-Tren -recordemos que reventó a su novia-, ahora es el novio de Luz Estelar y se fotografía con ellos en el photocall, visiblemente incómodo. Trabaja junto a la congresista Neuman en la Agencia de Asuntos Superhumanos, una institución que tiene como propósito poner límites a los superhéroes tras los últimos acontecimientos. Desde su puesto, da órdenes a Bill Butcher, el Carnicero, hasta ahora líder de los chicos. No está mal para alguien que trabajaba en una tienda de electrodomésticos.

Patriota, en cambio, cada vez está más arrinconado, porque eso de andar con fascistas no está bien visto. Por eso, cuando Stan Edgar, presidente de Vought, propone a Luz Estelar como cocapitana de Los Siete, al superhéroe de las barras y estrellas se le llevan los demonios. Ya sabíamos que era un ególatra desmedido, un niñato incapaz de gestionar sus emociones, pero esos cambios harán que su cólera vaya en aumento y lo pague con sus compañeros. Mientras tanto, se ha puesto en marcha una nueva edición de 'American Hero' para elegir a los nuevos integrantes de Los Siete -tremendísimo reality- y los renegados siguen la pista de Soldier Boy, un súper del grupo Revancha, el más importante antes de que Los Siete se hicieran con el poder en el seno de Vought, que dicen que murió en los ochenta para proteger a la población de un desastre nuclear, aunque hay pistas de que podrían haber acabado con él con un arma especial.

Con estos mimbres, avanza una nueva temporada que explora distintos caminos para contar nuevas cosas. Tanto Hughie como el Carnicero, tendrán que hacer frente a diversos dilemas morales. Más sorprendente es cómo la ficción aprovecha estos temas para hablar de asuntos candentes en nuestra sociedad. Ahí está el acoso sexual que protagonizó Profundo en la primera temporada y que vuelve a salir a colación, el inusitado interés que muestra A-Tren por la cultura afroamericana, ahora que no puede usar sus superpoderes, o el final escalofriante y rotundo del segundo capítulo, protagonizado por Patriota, que habla de la cultura 'woke', de la frágil masculinidad y de la 'persecución' que dicen vivir en estos momentos los heterosexuales blancos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión