Soy hiperactivo, no puedo esconderlo. Pero todo lo que he hecho en la vida me ha venido bien.

¿Incluso los cinco años que estuvo trabajando como ingeniero en una multinacional en Madrid?

También. Tuve que aprender inglés y francés, que ahora me vienen muy bien en el hotel rural.

Esa es una gran historia para una novela. Su tío, Manuel Giménez, compró el castillo de Grisel y estuvo 30 años restaurándolo con sus propios medios. Ahora es un hotel rural que dirige usted.

El quiso salvar el edificio, no permitir que se perdiera. ¡Y lo logró! Tuvo mucha sensibilidad... y un gran albañil. Lleva funcionando como hotel rural un año y medio y la cosa va bien.

Imagino que le dará más problemas que la literatura.

¡Qué va! La literatura es mucho más complicada. Hoy es más sencillo llevar un hotel rural.

Su novela es un éxito: cuatro ediciones, número uno de ventas en librerías como la General desde que apareció... ‘El castillo’ (Ediciones B) va como un tiro.

No me lo esperaba, claro. Hoy vender una novela es bastante complicado.

¿Qué tiene el castillo de Loarre que despierta tanta admiración?

Muchas cosas. La principal es que se ha quedado anclado en el siglo XI y que cuando lo visitas te empequeñeces. Visitar un castillo es la mejor manera que hay de viajar a la Edad Media:pones la mano en una piedra y sientes algo muy especial.

¿Cómo era la vida en Loarre?

Los que lo construyeron vivían mal, desde luego. Es un lugar frío, inhóspito, y tuvieron que trabajar rodeados de enemigos. La tasa de mortalidad era alta: casi nadie llegaba a los 40 años.

Una novela histórica, ¿tiene que ser más ‘novela’ o ‘histórica’?

Sobre todo novela.

¿Y cuál es su secreto?

Creo que la clave está en conseguir que le guste a quien habitualmente no lee este tipo de libros. Que tenga una buena trama principal, varias subtramas apasionantes, grandes personajes, mucho ritmo... Y que esté bien documentada y haga ‘viajar’ al lector. Si consigue todo esto, sobrevive.

Hablando de documentación. Los novelistas históricos cometen algunos errores en sus novelas...

Siempre se comete algún pequeño error, claro. Y hay gente que se divierte buscándolos. Aunque, si le digo la verdad, en este libro casi no me han descubierto nada.

¿Cuántos castillos tiene Aragón?

Declarados de Interés Cultural, 516. Ninguna comunidad autónoma española tiene tantos. Pero se conservan restos de casi el doble.

¿Y qué hay que hacer con ellos?

Primero, valorarlos más. Luego darles una mejor gestión e invertir en ellos. Que la gente entienda que no son solo ruinas, sino que constituyen un símbolo de nuestra historia. Hay castillos, como el de Montearagón, panteón real y ubicado al lado de Huesca, que resulta inexplicable que se encuentren en su estado actual.