Jordi Évole: “Si me hiciese de un partido político me expulsarían a los quince días”

El presentador de ‘Salvados’ participa este miércoles en las Jornadas de Periodismo de HERALDO.

Jordi Évole
Jordi Évole
Sandra Lario

El periodista Jordi Évole (Cornellá de Llobregat, 1974) participa este miércoles en las Jornadas de Periodismo que HERALDO DE ARAGÓN organiza dentro del programa de celebraciones por su 120 aniversario.


El popular presentador de 'Salvados' ha mantenido esta mañana un coloquio con alumnos del colegio Agustinos. Por la tarde, a partir de las 19.00 estará acompañado por el director de Heraldo, Mikel Iturbe. en la charla debate ‘Cambios en los últimos años’, que se celebrará en la sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza. El acto está patrocinado por la Facultad de Comunicación de la Universidad San Jorge y la entrada es libre hasta completar el aforo.


-Viene a Zaragoza el mismo día que Mariano Rajoy. ¿No habrán quedado para tener un breve encuentro?

-Sí, sí. Hemos quedado. Siempre lo hacemos. Cuando estamos fuera de nuestras casas y coincide el lugar al que vamos siempre intentamos quedar (bromea).


-El presidente del Gobierno fue como invitado al programa de Bertín. ¿Qué tiene Bertín que no tenga usted?

-No lo sé. Supongo que el programa de Bertín tiene mucho tirón popular, merecido además. Bertín es un tipo que cae muy bien y por tanto entiendo que los líderes políticos, incluido el presidente del Gobierno, quieran pasar por un programa como el de Bertín Osborne. Rajoy estuvo en 'Salvados' cuando era candidato a la presidencia, tanto en las elecciones de 2008 como en las de 2011, sin ningún tipo de problema. Fue entrevistado, y bien. Cuando ha llegado a la presidencia del Gobierno, ya no.


-Mójese, ¿qué candidato le pareció que estuvo mejor en el debate del 7D?

-Ya lo hice en cuanto terminó. Creo que lo ganó Pablo Iglesias y lo perdió Pedro Sánchez.


-¿Le miran con lupa en Cataluña por su opinión contraria a la independencia?

-Igual es una opinión que ahora no es la más popular en Cataluña; no por la representación que tiene, porque en las elecciones se ha visto que hay mucha gente que también piensa lo mismo. Pero digamos que el espacio mediático, sobre todo en Cataluña, lo ha ocupado durante mucho tiempo el discurso independentista. Es verdad que hay medios plurales, pero yo digo lo que pienso y a veces tampoco reparo mucho en las consecuencias. En el tema catalán también lo he dicho y hasta ahora no he notado que nadie me escrute por eso. Y si lo hacen, tampoco te puedes fiar mucho. En twitter, por ejemplo, me pegan palos por no ser independentista, pero también me ocurre cuando escribo un tuit en catalán. La verdad es que lo de los extremos que a veces se tocan creo que es una teoría bastante acertada. Sobre todo se tocan en intolerancia.


-¿Se atrevería a hacer un ‘Salvados’ sobre la devolución de los bienes eclesiásticos de Aragón?

-La verdad es que creo que a veces generamos polémicas en cosas que no lo son tanto para el común de los ciudadanos. No creo que sea un tema del que se hable en los bares. Igual me equivoco. Es como lo de los papeles de Salamanca o como el tema de la lengua en Cataluña. Creo que los medios y los políticos hacemos un flaco favor a la convivencia. Parecemos más crispados nosotros que los ciudadanos. Pero si luego bajas a la calle y hablas con la gente te das cuenta de que no está tan crispada como a veces lo estamos los periodistas, los tertulianos o los políticos.


-¿Cuál ha sido el programa más difícil o el tema que se ha quedado en el tintero?

-Me cuesta mucho hablar de nosotros mismos. Alguna vez hemos intentado hacer un programa sobre los medios y es un ámbito en el que no me siento cómodo, no sé si es por corporativismo o por no fastidiar a algún compañero. Recientemente hicimos uno sobre 'La máquina del fango', la expresión que utiliza Umberto Eco en su última novela y, evidentemente, en la profesión hubo gente a la que no le gustó nada ese programa. Y luego hay temas que nacen torcidos y que no hay manera de que los encauces. Nos ha pasado mucho con el fútbol. Moviliza mucho a las masas pero es muy difícil intentar analizarlo más allá del entretenimiento. Es uno de los terrenos más opacos en los que yo he entrado: poca sinceridad, pocas ganas de contarte, y siempre que hemos hecho algo en este sentido he acabado frustrado por la dificultad de abrir puertas.


-Usted es un espejo en el que se miran jóvenes periodistas que, si antes querían ser corresponsales, ahora quieren ser Jordi Évole ¿Siente ese peso sobre sus hombros?

-Intento relativizar todo bastante. Todo lo que me está pasando y la única causa de que nos esté pasando esto es porque hemos currado mucho. Empezamos como un programa pequeñito y de golpe y porrazo se convirtió en un espacio que llegaba al gran público. Quizá a los chavales les gustaría hacer 'Salvados' cuando empiezan a estudiar Periodismo porque tenemos una ventana muy potente, una hora en el 'prime time' televisivo un domingo por la noche donde se tocan temas que a veces no son del todo cómodos para el poder. Pero para llegar hasta ahí lo único que hemos hecho es currar. Por eso les recomendaría que, antes de querer mirarse en espejos, se lo currasen mucho, que leyesen mucho, se informasen, tuviesen espíritu crítico y no se conformasen con las primeras versiones ni la primera respuesta.


-No queda otra...

-Creo que en este curro puede ocurrir que te suene la flauta y acabes un día haciendo 'Salvados', como nos ha pasado a nosotros, o que acabes en una redacción teniendo que cubrir tres ruedas de prensa en una mañana, que desgraciadamente es el día a día de la mayoría de los redactores y periodistas. Me gustaría que nos desprendiésemos también de esos corsés y que los medios, de una vez por todas, volvamos a marcar la agenda y no sean los poderes los que la dicten. No sé qué interés puede tener para el periodismo que vayamos a tres ruedas de prensa cuando en una mañana no hemos visitado un barrio donde se puede estar cociendo una buena historia. Creo que ese es un ejercicio que se tiene que hacer desde las alturas, desde los despachos periodísticos pero también desde las redacciones, desde la base, y hacer de tu mesa de redacción lo que decía Huertas Clavería, un Vietnam, tu trinchera desde donde defender tus tema. Incluso enfrentándote a tu propio medio.


-Buenafuente dijo en una entrevista que ‘Salvados’ debería ser como un GPS para los futuros periodistas...

-Se lo agradezco a Andreu. Pero cuidado con los GPS, que a veces te pierden.


-Hizo un programa sobre Jánovas que ayudó mucho a dar visibilidad a este caso...

-Hoy se publica que la cosa no va tan bien como podría ir. La de Jánovas es una historia de esas que te enamoran, te enganchan y seguramente es el programa más bonito que hemos hecho esta temporada. Tiene ese componente de David contra Goliat, de gente que ha resistido y a la que se ha puteado mucho. Y cuando eso viene por parte de empresas privadas contado con el beneplácito y la vista gorda de la Administración te hace sentir mayor cariño hacia esas personas que han decidido plantar cara. Me pongo en su piel y pienso que eso sí que es aguantar, resistir, plantarle cara al poder. Creo que son buenos ejemplos en los que mirarnos para construir una sociedad mejor.


-¿Ha tenido alguna vez una oferta para entrar en política?

-Sí. Y no lo acepté. No me interesa. Creo que somos mucho más útiles donde estamos, haciendo lo que hacemos, más que gobernando o en la oposición. Ahí tienen que estar los mejores y yo no me considero de los mejores. Solo he estudiado Periodismo y solo sé hacer preguntas porque no sé casi nada. A la política tiene que llegar gente que sepa de derecho, de economía, de cómo está el mundo a nivel global. Uno tiene que ser muy consciente de cuáles son sus límites y posibilidades. Me buscaban para estar delante, ser una cara visible, y desde luego ese no es mi lugar en el mundo. Si me hiciese de un partido político me expulsarían a los quince días porque enseguida rajaría de lo que ha hecho el partido. Duraría poco.


-Pedro Sánchez le dijo en su programa que mantendría un cara a cara con Pablo Iglesias antes de las elecciones. ¿Lo cumplirá?

-Si no lo cumple me llamará la atención que sea uno de los primeros candidatos que ya, antes de concurrir a unas elecciones, incumple sus promesas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión