Roger Berruezo: "Lloro comiendo, me hace muy feliz"

Le van pisando los talones a ‘Sálvame’.

Soy partidario de que la cultura gane a espacios que no aportan nada. Y estoy muy contento porque la semana pasada batimos nuestro récord en España e Italia.

Interpreta a un médico burgués. ¿Cuánto tiene usted de chico acomodado?

Cero porque soy de una familia muy humilde. Mi padre siempre ha tenido huerto y he trabajado mucho con él. Todo lo que tenemos es porque nos hemos sacrificado. Y de médico menos, porque casi ni me pongo enfermo ni soy de tomar medicinas.

Germán es un buenazo. ¿En eso sí se parece a su personaje?

Sí. Aunque soy escorpio y si alguien me la juega, le hago la cruz y me va a costar perdonarle.

En la ficción está casado con una malota. ¿En la vida real también le gustan las mujeres así?

Me quedo con un término medio entre Manuela y Cayetana. Ni la mala leche de Cayetana porque se ha cargado a mi hija, y eso no queremos (risas), ni la dulzura de Manuela. Me gustan mucho las chicas que, además de ser muy femeninas, sean divertidas. Con las que me pueda reír e ir a cualquier lado.

Bertín Osborne le preguntó a Sánchez si de no ser guapo hubiera llegado tan alto. ¿Y usted?

Hay que ser consciente de que estamos en un mundo en el que el físico es muy importante. Y está claro que el papel del típico gordito, bajito y con gafas no me lo darían. Pero es una ventaja y una faena a la vez, porque siempre optas a los mismos personajes y a veces te gustaría interpretar otros. Con Germán estoy muy contento porque tiene matices que no había hecho nunca. En ‘Águila Roja’ era el jardinero sudado sin camiseta y en ‘Gavilanes’, el gigoló.

¿Es cierto que al principio le rechazaban por estar gordito?

Sí. Nunca he estado gordo, pero soy un tipo grande. He hecho mucho deporte durante mi vida. La gente cuando me ve se asusta y cree que estoy todo el día en el gimnasio, pero hace dos años que no voy. Mi gran pena es vivir siempre a dieta. Lloro comiendo porque me hace muy feliz y cuando ves que la gente come como una lima y está delgada, me da muchísima envidia.

Le descubrieron como cantante en un karaoke. ¡Qué curioso!

En la final del karaoke que gané, uno del jurado, que estrenaba un musical, me dijo que me presentase al castin. Nunca había cantado ni había hecho interpretación. Y ahí empezó todo.