¿Cómo se prepara Zaragoza para la Semana Santa?

Tras meses de preparativos, el Sábado de Pasión tendrá que estar todo a punto.

Los pequeños preparan la Semana Santa con gran ilusión
Los pequeños preparan la Semana Santa con gran ilusión
Toni Galán

Normalmente, el caer del agua de la fuente de la samaritana es el único sonido que se escucha en la plaza del Justicia por el día. Poco tiene que ver con ese mismo lugar durante la Semana Santa. Allí, los bombos y tambores de las secciones de instrumentos de las cofradías pondrán ritmo al movimiento pendular de los cofrades. Algunos de ellos comenzaron los preparativos hace meses.

Cofrade se es todo el año, sin embargo, la semana en la que se concentra más actividad es la de Pasión. Ensayos, compras y reencuentros son el preludio de esta semana. En el mes de noviembre se pueden empezar a escuchar los primeros redobles en parques y polígonos industriales de las afueras de Zaragoza. Para María Caudevilla, una zaragozana de 23 años, este Miércoles Santo será su primer Encuentro con un tambor colgado, aunque pertenece a la Hermandad de la Virgen de los Dolores desde hace años. “Siempre había querido tocar pero al estudiar fuera no podía ir a ensayar, este año que ya estoy en Zaragoza ni me lo pensé”. Unas filas más atrás, cerrando la sección, tocan Manuel Giménez, Jesús Pardillos y Pablo Martínez, tres veteranos con unas cuantas semanas santas bajo el tercerol.

Algunos de estos últimos también son peaneros, en este caso con la de la Virgen de la Soledad. Aunque la mayoría de las imágenes son portadas con ruedas, en Zaragoza procesionan unas 15 peanas y solo dos tienen costaleros. Una de ellas es la Cofradía Institución de la Sagrada Eucaristía, que algunos domingos se prepara en las calles del centro de la ciudad. Además este año se ha rehabilitado uno de sus escenas, la de la Última Cena.

Delante de estos pasos se prende el incienso. Desde hace más de un mes este olor envuelve la calle de Méndez Núñez. El aroma procede de La pasión Cofrade, una tienda regentada por Carlos Ramos y Teresa Esteban, un matrimonio que la abrió hace 15 años. “El 90% de lo que trabajamos es para Andalucía, en especial para Málaga, Córdoba o Sevilla”, comenta Carlos, aunque su escaparate está repleto de miniaturas, lapiceros, pulseras o mochilas de las cofradías zaragozanas.

Otro de los comercios que huele a Semana Santa es el de Isabel Bellostas, en la calle de Alfonso I. Ella también es cofrade y procesiona con teja y mantilla “desde hace unos 40 años”. “Son tantos que ya no me acuerdo”, confiesa. “La altura de las tejas dependen de la estatura de la señora. Y en cuanto a la mantillas, hay de ‘chantilly’, que no pesan nada y tienen una caída muy bonita, o de blonda”, explica esta hermana de La Dolorosa.

Tradición convertida en recuerdos infantiles

Para muchos adultos, un recuerdo del Domingo de Ramos son las palmas repletas de dulces. En la calle del Temple, Antonia y Belén, madre e hija, llevan semanas tejiéndolas artesanalmente. Cada año elaboran unas 600. El padre de Belén inventó la palma ‘de caracoles’ que llaman. “Cuando era pequeña hacíamos competiciones y una vez hice 44 en un día, después no me podía ni mover”, recuerda esta zaragozana, que con 2 años ya doblaba las hojas imitando a su madre.

Muy cerca de la Cestería, en unos días la plaza del Justicia será otra, será Semana Santa. Hasta entonces, se sigue preparando la Pasión, con pasión.

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