El chándal de táctel, para los días de campo y un 'frigopie', para el veraneo

El chándal de táctel, para los días de campo y un 'frigopie', para el veraneo

Cuando se estudiaba EGB el ocio estaba directamente relacionado con los fines de semana en el pueblo, los días en el campo o las tardes en la plaza.

Imagen de la serie 'Verano azul'.
Imagen de la serie 'Verano azul'.

Si hay algo que trasciende cualquier época es el deseo de disfrutar del tiempo libre y de los días soleados. Cuando se estudiaba EGB esta era una máxima que, si se era afortunado, se relacionaba directamente con los fines de semana en el pueblo o los días en el campo. Tampoco hay que olvidarse de las tardes en la plaza sin salir del barrio jugando a las canicas, las chapas o al escondite.

La cuestión es que cuando se salía de casa se hacía con todas las consecuencias o, lo que es lo mismo, con el coche hasta los topes. Si se pasaba el día en los pinares había que llevar una buena provisión de comida y bebida, así como el menaje correspondiente, además de las mesas y hamacas de rigor.

Una vez cargado todo en el vehículo, incluidos los pasajeros que, por entonces, podían sentarse unos encima de otros, se llegaba con el coche hasta la misma pradera. Cualquier explanada servía para 'montar el garito', pues la única preocupación a la hora de hacer fuego era encontrar las piedras suficientes para poder rodearlo. Y, eso sí, cuando se apagaban las brasas con un chorro de agua, se sabía que ya era el momento de volver a casa escuchando el carrusel deportivo. La jornada concluía con un baño caliente y el chándal (de táctel, de terciopelo o algodón) en la lavadora.

La meca: la playa

Terminaban las clases y la programación y los anuncios de la tele se encargaban de dar el pistoletazo de salida al verano, principalmente en el pueblo o en la playa. Este último destino no era accesible para todo el mundo, pero quien más quien menos se reservaba unos días en familia en la costa de Tarragona o en la de Castellón para disfrutar del sol y del mar. Aquellas vacaciones eran sinónimo de playas abarrotadas, de paellas en el paseo marítimo, de digestiones bien hechas, de 'frigopies' y 'mikolápices'... y de postales a los amigos.

Recuerdos como estos volverán a la memoria de varias generaciones con al espectáculo 'Yo fui a EGB', que se celebrará el sábado 15 de diciembre en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.

Compra tu entrada aquí