Nostalgia de aquellos años en los que las flamencas bailaban sobre el televisor

Nostalgia de aquellos años en los que las flamencas bailaban sobre el televisor

"Yo fui a EGB, la gala" te espera el 15 de diciembre en el pabellón Príncipe Felipe para recordarte estas anécdotas y otras muchas más.

Azucarero elaborado con aluminio anodizado.
Azucarero elaborado con aluminio anodizado.
Yo fui a la EGB

Hasta mediados de los años 70, la televisión era un auténtico artículo de lujo que solo se veía en las casas más pudientes. Pero en los 80, la historia cambió y pasó a ser un electrodoméstico tan habitual como una lavadora o una plancha, con la salvedad de que se convirtió, además, en un objeto de decoración. Una especie de estantería en la que no podía faltar el clásico entre los clásicos de estos años, la famosa flamenca que, en realidad, era la muñeca Marín, creada por una empresa familiar de Chiclana de la Frontera a finales de los años 20.

La bailadora compartía espacio en la misma televisión con el toro de Osborne tamaño mini y con la muñeca vestida de soldado que algún familiar cercano había traído a casa después de cumplir con el servicio militar.

Ataviada con traje de lunares o volantes de colores, la flamenca fue uno de los símbolos del ‘typical spanish’, hasta que aparecieron los televisores de plasma y terminó escondida en la vieja alacena verde de fórmica de la cocina, a juego con la mesa y unos incómodos taburetes. Asientos tan molestos que hacían que la sobremesa durara menos que el azúcar que nuestras madres guardaban en esos azucareros de aluminio anodizado en tonos verdes, azules o rosas, que combinaban con la jarra del agua. Colores que, en muchas ocasiones, eran los mismos que los de la vajilla y la batería de cocina, aunque entre el menaje del hogar había también mucho interés por el ‘Duralex’ y los platos de esmalte blanco con el borde azul, que se combinaban con otros de flores y estampado de cachemir, tendencia solo apta para los más modernos.

Todos estos detalles formaban parte de la exclusiva decoración del salón, donde tampoco faltaba el reloj de cuco y la estufa de butano, que muchísimas veces hacía de aparador para el cenicero 'Zinzano', el palillero con forma de rana y el flexo que iluminaba las lecturas.

Si al recordar todo esto sienten un cosquilleo en el estómago, el próximo 15 de diciembre tienen una cita en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza con la gira ‘Yo fui a la EGB’.

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