Con la llegada del verano son muchas las familias que recurren al coche para irse de vacaciones, bien sea recorriendo largas distancias o con una escapada cerca de casa. Sea del tipo que sea, es fundamental que los niños estén bien protegidos, pues la primera causa de mortalidad infantil en Europa son los accidentes de tráfico.

En ese sentido, en España existen dos normativas que regulan los sistemas de retención infantil(SRI), la R44/04 y la R129, más conocida como 'i-size'.  Pilar Ochoa, responsable de Bebé City, tienda zaragozana especializada en puericultura, explica que esta segunda normativa es más eficaz en cuanto a seguridad, pues obliga a que los niños de 0 a 15 meses viajen en sentido contrario a la marcha, recomendándolo después hasta los cuatro años o 104 centímetros". La importancia de viajar de esta forma radica, sobre todo, en la protección de la cabeza del niño. "Cuando los niños tienen un año, la cabeza supone el 25% de su peso y todavía no han desarrollado por completo la musculatura, por lo que un accidente puede ser muy grave. Viajando a contramarcha, la fuerza de un impacto es cinco veces menor que si se viaja de frente", explica esta profesional. Una vez sobrepasada esta talla, se recomienda utilizar un elevador con respaldo de protección hasta que el niño alcance los 150 centímetros.

Ante la duda, Ochoa incide en la necesidad de contar con asesoramiento profesional a la hora de elegir una silla para el coche. “No hay que conformarse con una silla que en apariencia tiene buena pinta. Tocar los materiales, comprobar el revestimiento y la protección interior es muy importante”, explica esta profesional, que permite a los padres probar la silla en su propio coche, que el personal de tienda instala para mayor seguridad.

Mitos y falsas creencias sobre los sistemas a contramarcha

"Hoy en día, la gente está mucho más informada, pero lo cierto es que hay que desconfiar de ciertos foros y redes sociales, porque son muchos los mitos que circulan por la red", explica esta profesional.

Entre esas falsas creencias, hay quienes consideran que viajando en sentido contrario a la marcha los niños se marean. "Es una creencia absurda porque, desde que nacen, con el grupo cero ya van en sentido contrario, por lo que están acostumbrados". Para los que aluden a la comodidad del niño, "está claro que todo depende de la silla. Las hay con mayores prestaciones, que se van ajustando en función del tamaño del niño hasta la talla máxima que aceptan estos dispositivos". En Bebé City disponen de sillas de marca punteras en seguridad como Be safe o Axkid,  ambas reconocidas con el sello 'Plus Test', uno de los estándares más exigentes en materia de seguridad infantil.

Otro de los aspectos que preocupa a los padres es la tranquilidad y atención al niño. "Se puede colocar un espejo enfrente de la silla, para mantener en contacto visual a través del retrovisor del coche. Así, el niño está más calmado porque puede verte y no se pierde la atención a la carretera", concluye esta profesional.