Ingenio, mimo y reinvención para hacer frente a la crisis, el secreto de Quílez Stamps

Ingenio, mimo y reinvención para hacer frente a la crisis, el secreto de Quílez Stamps

La diseñadora gráfica Marta Quílez y su padre, José Luis Quílez, están detrás de la historia ganadora del concurso convocado por Cervezas Ambar.

Quílez Stamps: de Zaragoza al resto del mundo.
Quílez Stamps: de Zaragoza al resto del mundo.

La crisis cierra negocios, pero también es cierto que, en ocasiones, cuando hay voluntad de por medio, ayuda a despertar el ingenio. Así le sucedió a la emprendedora zaragozana Marta Quílez, una apasionada del diseño gráfico que aprovechó los conocimientos y el taller de su padre para darle una vuelta de tuerca al negocio y seguir creciendo en tiempos de cambio. 


Su proyecto es una de las historias"creativas y llenas de buen hacer" que Cervezas Ambar ha escogido entre las diversas propuestas que se han presentado al concurso para completar su campaña 'Manufactura independiente'


Juntos, padre e hija, fundaron en 2012 Quílez Stamps, una empresa aragonesa que ha tenido que reinventarse para seguir en pie y afrontar todos los envites que atraviesa el mundo de la impresión y la flexografía. De la suma de conocimientos de ambos nace este proyecto que se nutre del diseño gráfico y de la venta online para llevar sus particulares sellos de fotopolímero desde Zaragoza a otras partes del mundo. “Internet para mí es el arma fundamental de todo esto. Sin internet, no existiría… La suerte que hemos tenido es que yo puedo hacer diseño web, y partiendo un poco de las habilidades de mi padre y de las mías propias, hemos hecho un buen equipo para sacar la empresa hacia adelante dedicándonos cada uno a lo que nos gusta”, explica Quílez, profesora en la Escuela Superior de Diseño de Zaragoza.


La historia de éxito de esta última parte de un taller familiar de la Cartuja, en el que padre e hija se dedican a fabricar sellos de fotopolímero personalizados al gusto del cliente que venden y comercializan después a través de su tienda online para conseguir una fuente extra de beneficios. “Decidimos empezar con algo muy sencillo, utilizando los trozos que normalmente eran deshechos de materiales montados sobre unas monturas de madera. Fue una inversión inicial mínima que necesitó, sin embargo, del dominio de Internet”, detalla Marta. Empezaron trabajando con un blog, por Internet, y recibían los encargos por correo electrónico. "Al principio teníamos tres o cuatro pedidos al mes, pero llegó un momento en que el email se volvió caótico y decidimos implantar la tienda online para atender pedidos de todo el mundo”, cuenta la pequeña de este tándem.


Ahora reciben encargos de diferentes lugares, desde empresas españolas a francesas, pasando por una librería australiana o una cadena de California. Marta asegura que es “muy satisfactorio” ver cómo a golpe de clic “tu trabajo puede llegar a todas partes”. Por eso, y para reivindicar su Zaragoza natal, agradece ese ‘feedback’ recibido con un guiño en forma de dulce: un adoquín escondido en cada pedido que envía.  “Nos gusta dejar claro que somos de Zaragoza, que esto no lo fabrican en ningún otro lugar y que es una cosa hecha a mano. Me parece, además, una manera muy bonita también de llevar nuestra ciudad a otras partes. Que se vea que es una cosa que se ha hecho con cariño y que se ha hecho desde aquí”, subraya esta emprendedora, que se declara una “apasionada” del diseño gráfico.


De hecho, buena parte del éxito de este proyecto viene de la pasión que ambos ponen en su trabajo diario. “Para mí el diseño gráfico es una de las partes más importantes de mi vida, así que poder tener Quílez Stamps fue una ventana de aire fresco, de venir a trabajar con alegría, de levantarte por la mañana pensando que lo que estás haciendo es lo que quieres hacer. A día de hoy, yo creo que lo bueno es especializarte en algo, pero lo mejor de todo es hacer algo que te guste, porque si haces algo que te gusta, tarde o temprano vas a ser bueno”, concluye.


Precisamente esa filosofía, el hecho de convertir una pasión en una forma de vida, ha sido el denominador común de las diferentes historias de éxito de la campaña 'Manufactura independiente', de Cervezas Ambar. A través de este proyecto, el esquiador zaragozano Víctor Lobo, los pintores oscenses Paco y Jorge Agustí y el dibujante aragonés del Capitán América Jesús Saíz han puesto cara al esfuerzo, la innovación y la manufactura dentro y fuera de la comunidad.