Si bien los más allegados, familiares y/o amigos pueden ser una ayuda inestimable, a veces, no es suficiente. No porque el apoyo no sea el adecuado sino porque la persona no responde a ese apoyo por diferentes motivos y  la responsabilidad no puede caer sobre ellos. Primero, porque una persona con la que tenemos un vínculo no puede ser objetiva, ya que la implicación emocional que existe lo impide. Y segundo, porque no tiene por qué contar con la formación ni los recursos necesarios para ayudarnos.

Es por esto por lo que, frente a esas situaciones, se hace necesaria la intervención de un profesional cualificado y preparado: el psicólogo.

De acuerdo con Arantxa Martínez Bardaji, directora del centro Martínez Bardaji Psicología y Salud de Zaragoza, “cada vez más personas acuden al psicólogo, aunque sigue siendo un tema tabú en muchos casos, y a la gente le cuesta decir que tiene un problema y necesita ayuda profesional”. Esto se debe, en parte, a que la realidad de la psicología y de la terapia psicológica no se ajusta a la idea general y popular que puede tener la gente sobre ella. A día de hoy, todavía están ampliamente extendidas algunas creencias erróneas del tipo: “Me van a tumbar en un diván a hablar”, “Es como un amigo pero pagando” o “No sirve para nada”.

Todavía existe cierto estigma en la sociedad frente a la idea de acudir al psicólogo que radica en el desconocimiento de en qué consiste la terapia, qué hace un psicólogo y cuando hay que acudir a este profesional.

En este sentido, a continuación se ofrecen una serie de dudas que suele tener la población general a la hora de plantearse en la posibilidad de acudir al psicólogo. El equipo de Martínez Bardají Psicología, explica cuáles son las principales dudas y nos da respuesta a las principales cuestiones:

¿Estoy tan mal como para ir al psicólogo?En muchas ocasiones una persona no sabe identificar cuándo podría beneficiarse de acudir a este profesional. Al psicólogo no solo se acude cuando hay una patología clínica. También se acude cuando existe un conflicto o problema en el paciente que por sí mismo no está pudiendo resolver. Y es que como nos explica Beatriz Serrano, también psicóloga del centro Martínez Bardaji, “Las personas que vienen lo hacen porque no se encuentran bien, son conscientes de que tienen un problema y necesitan ayuda profesional. Pero ya no es como antes, que venían porque un psiquiatra les había diagnosticado ansiedad o les había dicho que necesitaban tratamiento porque tenían un trastorno de personalidad sino que, afortunadamente, cada vez más vienen las personas porque simplemente no se encuentran bien, psicológicamente hablando”.

¿Estoy loco? ¿Solo me pasa a mí esto?Este es un miedo que tienen muchas personas que acuden a consulta. La locura es un término que se ha acuñado vulgarmente para hacer referencia a patologías mentales graves; cuando una persona va al psicólogo, tiene miedo de que lo que le esté ocurriendo no tenga solución o sea algo tan extraño que solo le esté pasando a él. Cuando la persona se da cuenta que es algo que les pasa a otras personas y que tiene solución, cuando se les explica el tratamiento, el nivel de ansiedad baja.

¿Cuánto dura la terapia?En terapia psicológica no hay un número de sesiones estipulado. La necesidad de más o menos sesiones depende de muchos factores como son el proceso interno del paciente, el tipo de problema, qué sintomatología aparece, la capacidad introspectiva de la persona junto con su disposición hacia la terapia e implicación en ella, la presencia de otras patologías (diferentes al motivo inicial de consulta) y sucesos vitales que pueden ocurrir durante el transcurso de la terapia.

¿Es eficaz? ¿Funciona?En primera instancia, para que un tratamiento psicológico funcione es necesario y fundamental que el paciente quiera ir a terapia. Es importante la implicación del paciente pero también la del terapeuta, siendo clave el vínculo que se establece entre ambos. La psicología es una disciplina científica, y en su aplicación profesional emplea técnicas que han sido validadas empíricamente: es decir, que han sido científicamente demostradas. De ahí que sea eficaz. En Martínez Bardají Psicología, cuando un paciente tiene una disposición positiva hacia la terapia, se trabaja con él o ella para establecer cuáles de estas técnicas serán más beneficiosas para su caso concreto y se realiza el trabajo óptimo, siempre a la medida de cada paciente. Esto es fundamental ya que depende de la naturaleza del problema y también de la estructura psicológica del paciente. Por eso es tan importante la formación y especialización del psicólogo.

¿Qué diferencia hay entre un psicólogo y un amigo?En primer lugar, la formación específica. Además, junto con la formación, otra diferencia clave será la objetividad y la experiencia. El psicólogo indaga en el mundo emocional del paciente, sabiendo donde pone el foco. Realiza una evaluación clínica, análisis de traumas, decide estrategias y le acompaña en su proceso. Un amigo no es un psicólogo, es un amigo. E incluso aunque podamos tener amigos psicólogos, perderían esta objetividad tan necesaria para poner el foco y aplicar las técnicas necesarias adecuadamente; por eso un psicólogo no hace terapia con sus amigos. Al contrario de lo que pueda creer mucha gente, en un proceso psicológico hay fases o sesiones que pueden ser duras de abordar. Un amigo no es la persona adecuada para abordar estas situaciones.

Frente a estas dudas y creencias populares sobre la psicología, el equipo de Martínez Bardají recalca cómo ha ido evolucionando la psicología a lo largo del tiempo. La psicología es una ciencia joven y la terapia psicológica ha ido evolucionando en los últimos años, adaptándose a las necesidades psicológicas imperativas de las personas desde una base empírica que aporta su estudio científico. Desde esta base se desarrollan y se trabaja con tratamientos y terapias basados en la evidencia sin perder de vista la idiosincrasia del paciente. Cada persona es única y el tratamiento debe adaptarse a la individualidad de cada paciente, empleando el profesional diferentes técnicas complementarias en función de lo que sea necesario y conveniente para cada caso. Tal y como refiere la psicóloga del centro Martínez Bardaji, Erika Alcolea Schott, “creemos que es importante desarrollar un traje a medida al paciente”.

El foco de la terapia debe estar siempre centrado en el bienestar del paciente que acude a consulta desde un profundo respeto y admiración, como relata Erika Alcolea

Dada la relevancia de conocer y emplear las técnicas existentes y que se están desarrollando con el paso de los años, Arantxa Martínez subraya no solo la importancia de tener la formación reglada adecuada sino también de la formación continuada en el campo de la psicología. Señala que desde el centro Martínez Bardaji son conscientes de ello y que por ese motivo “nos estamos formando continuamente para poder ofrecer a nuestros pacientes las últimas técnicas con las que ayudarles a afrontar sus problemas y trabajar en soluciones. Las técnicas que emplean desde este centro y formación de sus integrantes pueden ser consultadas en su página web.