La eficiencia energética busca lograr el ahorro y el máximo confort en la vivienda mediante mejoras en la construcción, la introducción de equipamientos eficientes y la optimización del uso de la energía por parte de los usuarios.

En la rehabilitación de edificios, el aislamiento puede llegar a ahorrar el 30 - ­40% del consumo energético. Las características de cada edificio determinarán qué tipo de actuación debe acometerse: rehabilitación de la fachada (por exterior, interior o inyección), de la cubierta, cambiar las carpinterías, etc.

Combatir el calor y el frío es lo que más consumo genera. Contar con un equipo eficiente de calefacción es fundamental. En primer lugar, es preciso que las calderas estén dimensionadas correctamente. Una caldera de mayor potencia a la necesaria reduce la eficiencia del sistema y provoca un aumento del consumo de combustible. Las calderas de condensación son las más eficientes, sobre todo en los sistemas de baja temperatura (suelo radiante, convectores…). Con radiadores convencionales, el ahorro será menor.Temperatura constante

Hacer uso de las contribuciones térmicas ajenas al sistema propio de calefacción (sol, electrodomésticos, personas) y mantener una temperatura constante en la casa sirven también al ahorro energético. Otro elemento racionalizador del consumo es tener distintas temperaturas en cada estancia según el uso en cada momento. Las válvulas termostáticas, que hacen que los radiadores sean independientes, permiten un ahorro de hasta un 10% de energía”.

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