Humedad, síntoma de que el edificio está enfermo

Un mal sistema de ventilación o materiales de baja calidad pueden provocar su aparición.

Humedad, síntoma de que el edificio está enfermo.
Humedad, síntoma de que el edificio está enfermo

Las motas oscuras que aparecen en la fachada, en las juntas de las paredes del baño o en el interior de un armario son la primera señal de que la humedad está acechando a un edificio y de que su salud estructural está en peligro. Con el paso del tiempo, estas manchas provocan mal olor, una disminución de la temperatura interna y un aire insalubre que disminuye el confort y la salud de sus inquilinos, pues acaban devastando muchos de los materiales que encuentran a su paso.


Cuando la humedad se hace dueña del hogar, hay que pensar que el problema se ha visto agravado por el mal estado de los elementos que constituyen los cerramientos de la vivienda (ya sea una fuga en una tubería o una grieta que ha dado paso a una filtración) y revisarlos uno a uno es fundamental para poder atajar dicho contratiempo.


Por eso, siempre se debe comprobar que los materiales que se utilizan para rehabilitar un edificio son buenos aislantes térmicos y resistentes a algunos agentes externos, como el agua o el viento.

De este modo, se evitará que, una vez saneada con productos químicos, vuelva a surgir este molesto problema en la zona afectada por la humedad.


Consejos prácticos

Revestir los muros. Evita la filtración de agua y la disminución de la temperatura interior.


Limpiar las tuberías. Los atascos pueden ser el origen de roturas y derrames en lugares de difícil acceso.


Aislar las ventanas. El doble cristal o los marcos de PVC ayudan a prevenir la humedad.


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