"Aquí hay trabajo, el marketing es necesario para casi todo"

Entrevista a Juan Delgado, profesor de Marketing Estratégico e Investigación de Mercados en la Universidad San Jorge y profesor de Planificación y Dirección de Marketing en ESIC.

El profesor de la Universidad San Jorge, Juan Delgado.
El profesor de la Universidad San Jorge, Juan Delgado.
Carlos Muñoz

El docente Juan Delgado pertenece a esa generación en la que no existían estudios reglados de marketing, tal y como se entienden hoy en día, y que ha vivido esta rama a la vez que se consolidaba como disciplina científica. Es licenciado en Derecho, MBA, Psicólogo Social y Doctor en Sociología y está especializado en investigación aplicada a la realidad empresarial, institucional y política. Más de 500 estudios de mercado y de un centenar de planes para empresas e instituciones públicas y privadas avalan su profesionalidad.


En la actualidad es profesor de Marketing Estratégico e Investigación de Mercados en la Universidad San Jorge y profesor de Planificación y Dirección de Marketing en ESIC.


A día de hoy, vivir sin marketing, ¿es posible?

A todas luces, no es posible. Pero primero, conviene aclarar qué entendemos por marketing.


Aclárelo.

El marketing no consiste en vender lo que se produce, sino en producir lo que se vende. Así de claro. Y eso nos lleva a saber lo que quiere el cliente, a preguntarle y repreguntarle. En definitiva: nos lleva a investigar tanto a los clientes como a los competidores.


Contrariamente a lo que mucha gente piensa, el marketing no consiste en vender una burra, o en disfrazar algo para que parezca otra cosa. Primero preguntas al mercado y luego a quien convences es a tu organización de que es ella la que debe adaptarse y cambiar. En eso reside el gran logro del marketing: cambiar para adaptarte a lo que hay afuera.


¿Existe una fiebre del marketing?

Pese a su juventud como disciplina científica, el marketing evoluciona a velocidad de vértigo. Más que una fiebre existe una necesidad de cambio, sobre todo, en las pymes. Hay que adaptarse al mercado o de lo contrario no sobrevivirás. Si esa es la fiebre, bienvenida sea.


Su experiencia como docente es de casi 25 años. ¿Cómo ha cambiado el marketing?

Hace 25 años, para vender un estudio de mercado me esforzaba en explicar lo útil que sería para la organización estudiar al cliente. Vender esa idea era la parte complicada. Luego, tocaba vender que nosotros lo podíamos hacer y, aunque parezca increíble, eso era ya más fácil. Es como si un taxista tuviera que explicar lo que es un taxi y cuando han entendido en qué consiste, ofrecerles que se suban al tuyo. Ahora nos reímos, pero era así. No existía cultura de marketing. En muy poco tiempo, eso ha cambiado, por eso nos gusta decir que somos profetas en nuestra tierra. En su día predicamos y convencimos.


Y los alumnos, ¿han cambiado?

Sin lugar a dudas, como en cualquier otra disciplina. Pero sigue existiendo ese poso de personas con espíritu joven, abiertas de mente y sin miedo a los cambios. Jóvenes inquietos, creativos, con facilidad para relacionarse y que tienen pocos complejos. Tras casi un cuarto de siglo es un privilegio haber sido profesor de tanta gente que está haciendo tantas cosas en los cinco continentes.


Tres cualidades que debería tener un experto en marketing.

Si solo me deja tres, diré que tras comprobar la vida profesional de miles de alumnos, los que más han triunfado son los que han mostrado una mayor capacidad analítica, una mayor creatividad y una mejor adaptación al cambio unida a la resiliencia


¿Qué perfil tienen los estudiantes de marketing?

Pues hay de todo. No hace mucho tiempo no existía una licenciatura o un grado oficial en marketing. Ahora los hay, y muy buenos. Junto a jóvenes de 18 o 20 años en primero de carrera, no es nada extraño encontrar a jóvenes de veintimuchos o más años que han cursado otros estudios y empiezan con ilusión en este mundo. Aquí hay trabajo, el marketing es necesario para casi todo, y la gente se da cuenta.

Esto está muy claro en los programas de máster de marketing, en los que te encuentras con licenciados en Derecho, veterinarios, ingenieros, filólogos, etc.


¿Y qué lugar ocupan los idiomas y la tecnología?

Evidentemente, ambas cosas son fundamentales. Actualmente casi todo el mundo habla inglés. Eso está bien, porque más que necesario es imprescindible en esta aldea global. Pero si ya lo hablas y pongamos que tienes un C1, mi consejo es que aprendas francés, portugués, japonés o chino… Actualmente, eso marca la diferencia y no tanto el inglés. Nos sorprenderíamos si analizáramos la cantidad de españoles que cada día hacen su trabajo en francés o portugués.


Respecto a la tecnología, un joven actual que no presente una sólida base tecnológica, no es que esté fuera del mundo académico, es que está casi fuera de la vida… En el presente y en lo que se avecina, es imprescindible.


¿Qué se espera de un alumno de marketing cuando termina?

Pues que empiece a trabajar en lo que le gusta. Es raro encontrar a alguien que haya estudiado marketing y que no le guste… Y una de dos, o crea su propio negocio, o trabaja como ejecutivo en una empresa. Sin duda, la recompensa es el poder trabajar en algo dinámico y que te llena. Como decía San Agustín, solo se hace bien lo que se ama.


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