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Otra foto de dibujos animados
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Un testigo ha afirmado esta mañana ante el juez de Instrucción número 9 de Sevilla que Carlos Parra, la víctima mortal del siniestro protagonizado en mayo por el diestro José Ortega Cano, circulaba a entre 80 y 90 kilómetros por hora instantes antes del siniestro.


Este testimonio pone así en cuestión el informe emitido por la Guardia Civil que fijaba en 50 kilómetros por hora la velocidad a la que iba Parra en el momento de la colisión mortal, ocurrida en la carrera A-8002 de Sevilla a Castilblanco de los Arroyos, cuando el diestro regresaba a su finca.


Según ha precisado el testigo, él conducía un todoterreno situado inmediatamente detrás del que llevaba el ahora fallecido y ha explicado que él conducía a esa velocidad, entre 80 y 90 kilómetros por hora. Puesto que en ningún momento lo perdió de vista, Parra debía ir a la misma velocidad, ha argumentado.


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