Nacieron en plan doméstico cuando eran adolescentes, en plenos inicios de los sesenta. Llegaron entonces a Zaragoza, y en general a toda España, los vientos de las canciones de los grupos y solistas pre-Beatles, sobre todo, de Elvis Presley, Paul Anka, The Animals o The Shadows, y también la música italiana. Y todos aquellos aires empujaron a tres hermanos, dos adolescentes, entre 13 y 15 años y un niño de 9, de la familia Brosed, Pepe, Fernando y Manolo, a tocar y cantar de forma rudimentaria, con instrumentos como la guitarra española o la bandurria. Entre aquellas canciones, 'Kansas City’, ‘Comprensión’, ‘Apache’, ‘Tenemos que irnos de aquí’, ‘La casa del sol naciente’… y otras desapegadas de aquella moda, pero muy vigentes en los cancioneros españoles del momento: ‘Ansiedad’, de Nat King Cole, ‘Quiéreme siempre’, de Los Cinco Latinos y otras de origen sudamericano.

Los Guayanes

Solo actuaban en el circuito familiar y de amigos hasta que espoleados por los ánimos de unos y otros y cegados por el resplandor de aquellas piezas, decidieron formar un grupo denominado Los Bambinos, con resonancias italianas, tan en boga entonces. Un día descubrieron la guitarra eléctrica a través de un amigo y quedaron tan deslumbrados que, al llegar la primera guitarra de este estilo, la Jomadi bilbaína, luego tan popular entre los entonces denominados ‘conjuntos modernos’, se hicieron con una, o acoplaron las famosas ‘pastillas eléctricas’ a las guitarras acústicas, y, estudiando sexto de Bachiller en Dominicos, formaron un grupo al que un fraile lo bautizó como Los Guayanes. Gran logro de longevidad: aún, con pausas, siguen en activo. ¡Casi sesenta años en acción en el mundo pop, con lo difícil que esto resulta!

Es el grupo más veterano que queda en activo en Zaragoza. Y el más famoso de la época: no solo actuaban en Zaragoza y otras muchas localidades de fuera, sino que hacían de teloneros de Los Sírex o de sus adorados Brincos cuando estos venían a tocar a Zaragoza –“nadie se atrevía a hacerlo”- en lugares como el polideportivo Salduba, entonces el más grande e importante de la ciudad, en la pista del recinto de la Ciudad Jardín o en la misma plaza de toros.

Los Guayanes

Ahora, al cabo de casi veinte años en que publicaron su segundo disco, ‘Cómo éramos hoy’ (2005), acaban de autoeditar el tercero, ‘Guayanes 1965-2022’, disco que presentan el próximo sábado 5 de noviembre en el Centro Cívico Universidad, a las 19.30 horas. Habla el guitarrista de la formación, y el más veterano, Pepe Brosed.

¿Qué os ha impulsado a grabar un nuevo disco al cabo de casi veinte años, desde 'Cómo éramos hoy', de 2005?

Teníamos una espinita clavada desde mucho más atrás. A mediados de los sesenta nos ficharon de una casa de discos llamada Ecléctica Records, y cuando fuimos a Madrid a grabar, en la oficina no quedaba más que polvo. El director había desaparecido y creo que se fue a toda prisa a Sudamérica. Aquello nos marco mucho y para mal.

¿Os ha podido más el instinto de supervivencia o la ilusión para seguir en activo?

Al juntarnos actualmente 4 de los miembros de aquella época, Federico Artigas (teclista), José Miguel Mendoza (bajo), mi hermano Fernando (voz principal ) y servidor, José Brosed (guitarra y voz) más Luis Gracia (batería ) y Alfonso Garnica (guitarra), decidimos embarcarnos en este proyecto, más que nada por dejar algo para la posterioridad, ya que en su momento no se pudo.

Perdonad si os pregunto por Manolo Brosed, Felipe Arcas, Fernando Robles, Javier García Sánchez… ¿qué fue de ellos?

Mi hermano Manolo, primero por una enfermedad, y luego porque tomó otro camino musical y otros excompañeros por motivos similares ya no están en el grupo.

Todos pisáis los 70 o casi, ¿cómo os sentís a esta edad en activo y reverdeciendo los años sesenta musicales?

Efectivamente estamos todos haciendo equilibrios sobre los 70 y con ilusiones renovadas.

No deja de ser algo ejemplar que seáis el grupo más veterano y notable de la música zaragozana en activo. ¿Lo vivís con orgullo o es algo accidental a lo que no le dais importancia? ¿Os sentís como un gran símbolo de aquella época?

Sí, creo que somos el grupo más veterano… aunque lo de notable lo dices tú, muchas gracias por ello. Estamos orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos y, sí, un poco simbolizamos el movimiento musical de la Zaragoza de los 60

¿Y cómo os habéis lanzado a grabar un nuevo disco en estos tiempos tan ajenos a vuestras canciones, con la invasión del reguetón, el rap, el tecno, los DJ y otras malas hierbas?

Hemos grabados estas canciones porque es lo que sentimos como nuestro, lo demás de ahora pasamos.

¿Cómo veis vosotros a los jóvenes de hoy y qué creéis que piensan ellos de vosotros?

Los jóvenes de ahora, salvo excepciones, no les va esta música. Y no creo que piensen en nosotros

Siguiendo las costumbres de los sesenta este nuevo disco está lleno de versiones: Brincos, Juan & Junior, Turtles, Los Ángeles, Bee Gees… ¿Por qué esta selección? ¿cómo la elaborasteis?

Después de pensarlo mucho, decidimos grabar temas que, habiendo sido números 1, no estuvieran muy manoseados.

Algo que sorprende en el disco son los arreglos tan fidedignos de las canciones, con vientos, cuerdas… ¿eso es natural o pura tecnología de hoy? Suena además con un toque actual…

Los arreglos de Fede, con nuestra opinión también, son todo lo fidedignos posibles, siempre con un toque de modernidad y lo mismo el sonido. Se ha grabado todo de verdad, incluidas cuerdas, vientos etc. Para ello hemos contado con los medios actuales.

Y como ha sido costumbre en los tres discos de este milenio, hay un par de canciones nuevas, de gran nivel, a la altura de las versiones de aquellos años. ¿Lo hacéis por orgullo propio, para demostrar que sois capaces de estar a la altura de aquellos a los que versionáis o por simple placer?

Se han incluido dos temas propios para dar un sello más particular.

¿Qué os martillea más en el cerebro de aquellos sesenta? ¿Qué recuerdos más gratos guardáis?

Recuerdos muchos y buenos... Aquellas matinales dominicales, los guateques, los viajes a actuar por esos lugares más o menos lejanos. También momentos amargos, que los ha habido. Pero en fin todo sea por la música.

¿Pensáis que tiempos pasados fueron mejores?

Sí, tiempos pasados fueron mejores, sobre todo en la música.

Habiéndoos formado hacia el 61-62, tras la etapa amateur de Los Bambinos, ¿cómo es que tituláis este disco 1965-2022?

Aunque a principio de los sesenta éramos Los Bambinos (entonces estaba de moda lo italiano en la música), poco después pasamos a Guayanes, pero consolidados como grupo más profesional fue en 1965, y por eso hemos tomado este año de inicio como referencia. El 2022 es obvio.

Lo presentáis el próximo 5 de noviembre, ¿en qué repertorio os basaréis? ¿A qué público esperáis?

El repertorio estará basado en el CD y temas clásicos de versiones de siempre nuestras. Esperamos a nuestros incondicionales y también que venga gente nueva a conocernos si es que no nos habían visto antes.

¿Habrá más discos y actuaciones de Los Guayanes? ¿No os rendís?

Mas discos es complicado, pues grabar bien cuesta caro, y en cuanto a actuaciones, el público y el tiempo nos lo dirá. Eso sí, rendirnos, no nos rendimos ni nos rendiremos.

En cualquier caso, enhorabuena siempre por formar parte de la música que agitó a esta ciudad en los sesenta y por vuestra larga pervivencia.