Blog Cuarta dimensión

por Carlos Bogdanich

"¡Qué cosas tiene la vida!"

Hoy nos llevamos las manos a la cabeza, a veces con razón, con las "experimentaciones que sobre el ser humano se realizan ¡Pero anda, anda anda que, en otros tiempos le íbamos a la par!...

¡Sorpresas que da la vida!
¡Sorpresas que da la vida!
Carlos Bogdanich

En la sabia Gracia clásica, para saber si una mujer era estéril o no, se le colocaba un ajo en la vagina; y si al día siguiente le olía la boda a ajo, la mujer era considerada fértil. De no ser así, se creía que sus "conductos" vitales estaban cerrados...

Todos recordamos el antiguo, macabro y triste oficio de verdugo, pues también ellos sufrían en sus carnes el rechazo general de la gente. Si iban a un mercado no podían poner sus manos sobre la mercancía y tenían que hacer las compras provistos de una vara, con la que señalaban lo que deseaban adquirir...

Y si ya entramos en el misterioso mundo de las "fórmulas magistrales", las tribus de indios del Orinoco, en Venezuela, colgaban los cadáveres en una especie de hamaca durante una semana, y con los líquidos que goteaban de ellos, durante el proceso de descomposición, los curanderos fabricaban un licor que decían contenía propiedades mágicas y curativas...

Hoy ya no nos preguntamos tanto de lo que viene envasado, aunque venga en jeringuilla...

Felices pesadillas.

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