Esto que os voy a contar sucedió hace ya varios años, era la época en que mi programa de radio 'Cuarta Dimensión', se difundía en Radio Zaragoza Cadena SER y lograba muy altos niveles de audiencia. Se desarrollaban infinidad de temas y contaba con la colaboración de numerosos y prestigiosos científicos, historiadores e investigadores de cada tema.

Un día recibo la llamada de un matrimonio de Zaragoza que, con un hablar muy nervioso, comienzan a relatarme que en su hogar pasaban unas cosas muy extrañas y peligrosas. Algunas noches y sin mediar intención, se les aparecía un oscuro cuerpo extraño de gran altura, que emergía de la pared de la habitación donde dormían. La mayoría de las veces, según me comentaban, solo hacía su aparición, recorría el dormitorio produciendo una bajada de temperatura ambiental para nada normal y volvía a desaparecer, "fundiéndose" en la pared frente a la primera.

El fenómeno les ocurrió en numerosas ocasiones, pero callaron su comentario por temor al ridículo, sin embargo, la cosa se complicó. Una hija del matrimonio apareció una mañana con la espalda llena de arañazos y sin tener noción de cómo se los había hecho, lo que solo recordaba era que había dormido muy mal, con una profundas pesadillas que, en varias ocasiones le hizo despertar, encontrándose fuera del sitio normal de descanso y sudorosa. El asunto comenzaba a complicarse y el pánico a crecer. Pero la gota que colmó el vaso, fue cuando una noche, en este caso estando sola la madre en dicha habitación, notó sorpresivamente un frío helador y una fuerza invisible y desconocida que le empujaba hacia la ventana de la habitación, con la aparente intención de arrojarla por el balcón... Quiso la suerte que en ese momento, entrase su marido a la habitación y sorprendido por la escena, no pudo más que exclamar un grito que parece haber hecho desaparecer inmediatamente la fuerza que ahí se estaba manifestando...

Hasta ahí y en resumen, todo lo comentado por parte de esta gente en su llamada telefónica, dada la importancia del tema y los ruegos para que les diese una respuesta o solución al asunto, les indiqué que iríamos a visitarlos y estudiar el tema. A los pocos día, Ricardo Martínez y yo, nos presentamos en el domicilio e hicimos una comprobación del lugar, más el pertinente cuestionario de preguntas que nos ayudasen a tener más clara la situación. Es de destacar que, tanto Ricci como yo, no nos sentíamos muy a gusto en ese ambiente, algo inarmónico se sentía a nivel de piel en ese lugar.

Pasados unos días y habiendo hecho una comprobación histórica del edificio donde vivían, descubrimos que tiempo atrás había ocurrido la muerte violenta de un niño y que el presunto asesino, se suicidó en ese edificio, tirándose por la ventana. Ante estos elementos de juicio recabados, les llamé e invité a que viniesen al programa de radio para que contasen sus experiencias y allí, les daría mis conclusiones sobre el problema. Deseosos por obtener una respuesta y quizá también una solución, se acercaron una noche a la radio donde el programa lo hacíamos en directo.

Es importante que describa la ambientación de la sala de emisión de la radio, para que se vea en amplitud, lo que ahí sucedió. Teníamos una amplia mesa circular, con sus respectivos micrófonos que tranquilamente podría albergar hasta doce personas hablando, unas muy cómodas y pesadas butacas para cada invitado y una especie de tarima con capacidad para unas 20 personas de público que podían presenciar el programa en directo. Y algo para tomar muy en cuenta, el suelo estaba todo enmoquetado con una gruesa moqueta que, impedía los ruidos y los resbalones.

Iniciamos el programa, con la presencia, además del matrimonio, de un físico, un psicólogo y varios investigadores de la parapsicología. Todo transcurría con normalidad, aunque las misteriosas y truculentas cosas que se iban contando hacían crecer la atención y el temor en algunos presentes... En un momento dado, les sugiero al matrimonio, que realicemos en directo una sesión de concentración entre todos los presentes, con el fin de, psíquicamente, hacer desaparecer a ese "diabólico" personaje de la vida de ellos. Asienten a la sugerencia y nos ponemos manos a la obra, doy la indicación por los micrófonos a la audiencia de que durante unos minutos todos nos concentraremos mentalmente y por ello mantendremos un silencio radial, al mismo tiempo, invito a la audiencia que hagan los mismo desde sus casas... Comienza la concentración, todos y cada uno en rigurosa disposición mental, a los pocos segundos todos comenzamos a sentir cierto escalofrío, pero que no nos hizo alterar el objetivo, hasta que... Ante el asombro de todos, vemos a la mujer del matrimonio que se sale como despedida hacia atrás con la pesada banqueta incluida y se desmaya. Inmediatamente cortamos la transmisión y socorrimos a la persona que, en pocos segundos, se restableció. No recordando nada, salvo que sintió como un vacío que se la tragaba y se desvaneció...

Como era de esperar, esa noche no volvimos a retomar la emisión hasta ver con claridad que la mujer se encontraba plenamente bien. A la semana siguiente hicimos un programa explicando todo lo sucedido, pero lo más interesante fue, que una vez pasado ese "mal trago" en directo, la oscura y diabólica presencia que sufrían en su casa, no volvió a aparecer.

Felices pesadillas.