Blog Cuarta dimensión

por Carlos Bogdanich

Los reyes eran astrólogos

Según dicen, un 6 de enero, tres magos guiados por una estrella, trajeron tres regalos a quien iba a cambiar el curso de la Historia.

Los reyes eran astrólogos
Los reyes eran astrólogos

Ya partió con sus renos el bonachón de Santa Claus, dicen que repartió regalos por doquier, algunos estamos aún buscando ese “lugar”, pero por esperanza que no falte, es más, nos quedan los brindis de fin de año y una fecha de lo más especial, la auténtica.

Sí, me refiero a ese 6 de enero, a esa fecha clave en la que, según dicen, 3-Magos-3 guiados por una estrella, traen 3 regalos a quien iba a cambiar el curso de la Historia. Melchor, Gaspar y Baltasar, Reyes por linaje y Magos por sus conocimientos, nos dan la oportunidad esperanzadora en recibir un presente o al menos observar hacia el Cielo, por si se nos aparece la estrella de Belén y podamos pedir un deseo.

¿Porqué insisto con lo del Cielo? Es que ellos se guiaron por “una estrella”, en realidad varias. Eran 'Magoi', magos astrólogos. No por nada, el Papa ariano Benedicto XVI, nos dio la agradable sorpresa cuando declaró 'urbi et orbi' que los astrólogos de Oriente, los Reyes Magos, eran verdaderos sabios. Unos sabios, que escrutaban los astros y conocían la Historia de los pueblos. Eran hombres de Ciencia en el sentido amplio, observaban el Cosmos considerándolo casi un gran libro lleno de signos y de mensajes divinos para el Hombre. Recordemos que, incluso el Papa Juan Pablo II, oró ante el mayor sarcófago de los tres Reyes Magos en el altar mayor de la Catedral de Köln, la mayor iglesia cristiana. Incluso otros sacerdotes y papas, tan valientes como ellos, lo hicieron. San Agustín le dedicó 30 páginas a la Astrología en sus "Confesiones". También papas como León III, Silvestre II, Honorio III, Urbano V fueron amigos y protectores de los astrólogos. Como dice el refrán “Algo tendrá el agua cuando la bendicen”.

Los tres Reyes Magos guiados por la "estrella" de Belén simbolizan, además de la Adoración, la entrega de los Tres Elementos Tierra, Aire y Agua al "ígneo nacimiento". Oro, incienso y mirra que junto a sus poderes saludables, eran símbolo contenedor del Todo. Sus graciosas majestades sabían de antemano lo que ahí se "cocía". Conocedores de las inmutables y al mismo tiempo cíclicas Leyes Cósmicas, no se equivocaron en sus predicciones. El acontecimiento revolucionó al mundo espiritual.

Por todo ello, no perdamos la esperanza, seguramente del Cielo nos “caerᔠese regalo que tanto deseamos y serán los astrólogos quienes interpreten el mensaje.

¡Feliz entrada de Año y que Dios reparta suerte!

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