Cuando un mueble no sirve, hay diversas opciones: se puede vender por internet, ofrecérselo a un amigo o, finalmente, tirarlo. Se llama al 010 del ayuntamiento y se coloca en el contenedor cuando nos digan que pasarán a recogerlo. Pero siempre es mejor preguntar a los vecinos y encontrar algún aficionado a las manualidades que quiera echarle un vistazo y aprovecharlo, como hicimos nosotros con la estantería de cocina que ilustra esta página.

Los mejores muebles para recuperar son los que tienen molduras y detalles que, una vez pintados, dan un toque diferente al conjunto. En este caso, la estantería tiene unos barrotes elaborados muy interesantes, por lo que nos decidimos a rescatarla y hacer con ella un proyecto para adornar una pared de la terraza. Lo mejor de todo es que no es de madera, sino de plástico, lo que asegura que durará bastante tiempo.

¿Cómo pintar estos muebles? La manera más rápida y efectiva es la pintura de tiza o ‘chalk paint’, que se vende en tiendas o que se puede hacer en casa simplemente añadiendo dos cucharadas soperas de yeso disueltas en una taza de café de agua caliente, cantidad para un litro de pintura. Si tenemos menos, solo hay que reducir proporcionalmente la cantidad de agua y de yeso. Una vez aplicada la pintura (a veces hay que dar varias capas) se puede dejar sin barnizar. Si se estropea la pintura, siempre se puede repintar el año que viene.

Y ya solo queda adornar. Con macetas, con adornos... Lo mejor es dejar volar la imaginación y dar un toque diferente.