Blog - Los desastres de la guerra

por Gervasio Sánchez

¿Turismo virtual en Atenas?

Mascara de Agamenon
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VIAJE EN COCHE DESDE ZARAGOZA A GRECIA ATRAVESANDO LOS BALCANES (14)


Atenas (Grecia)


Llego a Atenas en domingo sin apenas tráfico. Los domingos son buenos para atravesar una ciudad desconocida aunque conocí la capital griega hace 35 años. Me sigue sorprendiendo el poco tráfico que hay en toda Grecia. Estamos en temporada alta. ¿Dónde están los miles de turismos italianos, franceses, alemanes, húngaros? ¿Dónde están los turistas griegos? Los hoteles de la costa entre Salónica y la isla Eubea están vacíos. El miedo a la incertidumbre económica ha provocado que muchos griegos se hayan quedado en casa sin vacaciones. Los trabajadores hoteleros ponen cara de circunstancias cuando les preguntan y responden mecánicamente: “La crisis estás haciendo mucho daño y la temporada estival está perdida”. Aparece la palabra septiembre como si fuera el título de una tragedia. Nadie sabe qué va a pasar, pero muchos creen que la tregua de la temporada estival finalizará el mes que viene y entonces las tensiones se dispararán. “El país va camino del desastre”, se escucha a menudo.


Colas de turistas para entrar en la Acrópolis. Fotografía de Gervasio Sánchez


La Acrópolis parece quitar la razón a los críticos y pesimistas. Hay colas para comprar la entrada; hay colas para entrar; hay colas para llegar a la explanada donde compite el Partenón con el Erecteión y sus cinco cariátides, copias de la originales que se encuentra en el cercano museo; hay colas para abandonar el recinto. La pregunta que uno se hace parece que no tiene repuesta: ¿Dónde se meten las decenas de miles de personas que cada día visitan la Acrópolis? ¿Vienen sólo a ver una de las maravillas del mundo? ¿Los bajan de grandes cruceros en el puerto del Pireo y los traen en autobuses para devolverlos a las pocas horas a sus barquitos de lujo? Si es así, ¿gastan algo más que la entrada al monumento, alguna botella de agua y un recuerdo comprado precipitadamente? El número de turistas que visitan la antigua Ágora, la Ágora romana, la Torre de los Vientos,  el Templo de Zeus, la Biblioteca de Adriano o el Keramikos no se corresponde con el de la Acrópolis. Apenas encuentras turistas en estos fantásticos monumentos griegos y romanos a pesar de que el precio de la entrada a la Acrópolis los incluye.


Turistas ante el Partenón. Fotografía de Gervasio Sánchez


La historia de Grecia estrujada como si fuera un mocador de papel por el turista que se conforma con la visita relámpago. Me temo que el ritmo impuesto en los viajes organizados destruye la propia esencia del viaje y convierte las visitas en algo parecido a un recorrido de escaparates de tiendas de moda. El Museo Antropológico Nacional es uno de los más importantes del mundo. De visita obligada. Me sorprende el número reducido de visitantes si los comparo con cualquier museo de su categoría. ¿Alguien iría a París y obviaría el Louvre? ¿Alguien iría a Londres y sacrificaría el Museo Británico? ¿Alguien  iría a Madrid y le pegaría una patada al Prado. ¿Dónde están las decenas de miles de turistas?


Museo Antropológico de Atenas. Fotografía de Gervasio Sánchez


El Museo Bizantino está aún más vacío. Hay obras maestras del siglo III al XX que muestran la grandeza de la época bizantina, uno de los periodos más largos de la historia, que se inicia con la caída del imperio romano y finaliza con el dominio otomano y el renacimiento. Sólo el espectacular Museo de la Acrópolis, abierto en 2009, tiene un número lógico de visitantes, pero sólo durante las mañanas. Por las tardes las aglomeraciones son inexistentes y al final de la jornada te puedes permitir el lujo de admirar las cariátides originales en perfecta soledad.

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