Las plantas, en el espacio

lechu
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En la Tierra, las plantas interpretan la fuerza de la gravedad y la aprovechan para hacer crecer sus raíces o la desafían elevándose en altura. ¿Qué sucede sin embargo en un ambiente sin fuerza gravitatoria? Astronautas de la Estación Espacial Internacional estudian sus reacciones


Si el ser humano quiere establecer bases estables más allá de nuestro planeta tendrá que llevar cultivos que le sirvan de alimento. Por ello, analizar las reacciones de las plantas a diferentes ambientes atmosféricos o físicos es uno de los grandes retos de la ciencia y desde la Estación Espacial Internacional (EEI) se analiza ahora cómo crecen las plantas en un ambiente de baja gravedad. Para ello, se trabaja con una vieja conocida de los científicos, la 'Arabidopsis thaliana', de la que contamos con su genoma completo. Y los científicos de la EEI están comprobando qué mecanismos determinan la dirección en la que crecerá el vegetal, así como qué tipo de concentraciones de calcio tiene lugar en las células de las plantas cultivadas en un espacio de poca gravedad frente a las de la misma familia que crecen en la Tierra.


¿Por qué es importante estudiar el calcio? Porque los amiloplastos (partículas dentro de la célula que almacenan el almidón) se distribuyen siempre en función de la gravedad. Una vez se ha situado el amiloplasto, la planta activa la concentración de calcio. Si se analiza dónde se sitúa el calcio se sabrá si la planta ha desafiado la gravedad o bien ha quedado completamente desorientada y no sabe qué dirección tomar. No hay que olvidar que además de la gravedad la planta tiene un gran aliado con la luz, por lo que la ausencia de la primera no tiene por qué significar que el vegetal quede incapacitado.


Manual para astronautas


La dirección en la que crecerá la planta no es el único detalle que hay que tener en cuenta. La ausencia de gravedad también afecta a la fisiología misma del vegetal: por un lado, en lugar de generar nuevas células para aumentar el tamaño, alarga aquellas ya existentes, lo que resta resistencia a la corteza. Por otro, científicos de la NASA han demostrado que una verdura sometida a la ausencia de gravedad almacena menos nutrientes en sus células. Una lechuga sería menos nutritiva en el espacio. Los científicos confían en que la ingeniería genética logre crear vegetales adaptados a la ausencia de gravedad y que precisen menos cantidad de agua.


Las plantas limpian la atmósfera, aportan humedad que mejora la carga iónica que nos rodea y su cromatismo produce bienestar. Y se pueden utilizar también para que las misiones espaciales gocen de una atmósfera más sana. Un estudio llevado a cabo por la Asociación de Paisajistas de América y la NASA ha llegado a la conclusión de que las plantas de interior oxigenan los espacios cerrados y absorben gases químicos que despiden barnices, pinturas, pegamentos o aislantes que se utilizan comúnmente en los hogares y que producen el llamado 'síndrome del edificio enfermo'. Los científicos que han participado en el experimento señalan que no solo las hojas filtran el ambiente tomando dióxido de carbono y liberando oxígeno, sino que las bacterias que proliferan en la tierra consumen grandes cantidades de vapores tóxicos. La NASA aconseja cultivar plantas de interior en hogares y oficinas para evitar enfermedades y mejorar el ánimo. Además, predicará con el ejemplo: algunas especies se enviarán al espacio para que ayuden a los astronautas en las misiones de larga duración.

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