Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

"Llegué a pensar que era imposible que Héroes se acabasen". Gonzalo Valdivia publica su cuarto álbum

El largo matrimonio de Gox Valdivia con 'The Wall' se palpa en el reciente cuarto álbum, 'El hombre de ojalá', del excantante de En Pecado, alma mater de El Alquimista y esporádico quinto Héroe del Silencio a través de algunos vástagos con ADN pinkfloydiano. Y no es un lastre sino todo lo contrario: esos vástagos lucen sanos y con rostro agraciado. Dos de ellos incluso, son hijastros: hay una versión de Snowy White, guitarrista de Pink Floyd, y otra del mismo David Gilmour. Significa que abundan los pasajes de niqueladas guitarras sobre tempos suaves y las atmósferas envolventes para cerrar los ojos, como le gusta a Valdivia que se escuchen sus canciones. El lastre quizá resida en la excesiva duración del álbum, mal menor con la tijera en la mano. Es un 'goxzoso' y plácido disco sobre el que el hermano de Juan Valdivia reflexiona así como sobre su paso por Héroes en la espectacular reaparición del año 2007.


¿Cuál ha sido el motivo de la tardanza en sacar este disco? Aunque se te hubiera tildado de oportunista, ¿no hubiera sido bueno que lo hubieras sacado al poco de la reunión de Héroes?


Supongo que hubiera sido bueno a nivel promocional pero haber sacado algo en esas fechas hubiera sido algo forzado y no natural puesto que en 2008 no tenía acabadas, y ni siquiera proyectadas, ninguna de estas canciones que hoy forman 'El hombre de ojalá'. Yo solo entiendo sacar trabajos o álbumes si estás convencido que tienes algo que contar. También creo es muy posible que adoptar el oportunismo forzado acabe pasando factura. La música solo puede salir adelante cuando sale naturalmente.


¿Ha habido una idea común para hilvanar las canciones, o estas han ido saliendo aleatoriamente a lo largo de estos años o anteriores a lo de Héroes?


Seleccioné entre mucho natural, algo que yo creía que tenía un sentido y salió este álbum, hay muchas que se han quedado sin entrar. Lo cierto es que en el 2008 sucedieron acontecimientos en mi vida para mí muy tristes y, junto a la muerte de mi madre, me sentí unos años perdido “dentro de la ballena”, como dice el corte 4 del disco. Tenia de toda esa época unos textos muy tristes y la única manera que quería sacarlos era con la mejor música posible. Ha sido ahora cuando he decididido sacarlos en forma de álbum de canciones, soltar estas canciones para poder seguir adelante haciendo discos, puesto que empezaba a tener demasiado material y quería cerrar una etapa musical para poder seguir adelante. De todas estas canciones de estos años siempre pensaba “ojalá un día las acabe, las grabe y continúe”, y de todo ello ha salido el título del disco.


Imposible desatar el lazo Pink Floyd. ¿Has hecho algún esfuerzo por hacerlo o al contrario te has sentido con más ganas de profundizarlo?


He dejado que las influencias en este disco salieran sin tapujos tranquilamente. La naturalidad sin esconder sus influencias. Llevo años tratando de encontrar mi manera de contar y a veces he desechado muchas cosas porque sonaban a esto o a lo otro, y por todo eso en este álbum no quería que volviera a pasar. Es la verdad, más bonita o más fea, pero la mía. Creo que hay muchos grupos que me apasionan que de vez en cuando suenan en el disco, desde Mark Knopfler a Héroes, Gilmour, los pianos de Supertramp... De todas maneras, creo que si de "floyd sound hablamos", suena más a la época en solitario de Roger Waters en 'Amused To Death' (1992) que al propio sonido Floyd de David Gilmour. He utilizado delay y chorus en la guitarra eléctrica, junto con el piano y el 'slow tempo' de rock y todo eso ha hecho que haya una identidad de sonido, muy soft de los 70, pero no dejan de ser los colores de un cuadro. En 'El hombre de ojalá' las sonoridades del disco son las combinaciones de instrumentos que a mí siempre me han gustado.


Exactamente, ¿por qué esas dos versiones de Gilmour y Snowy White?


Estas canciones me han acompañado durante estos últimos años casi como mis 'canciones farmacia', y porque es un homenaje a los guitarristas que más me han gustado en mi vida con la guitarra: uno es David Gilmour, otro es Snowy White, que creo que es uno de los mejores sonidos de Gibson Less Paul limpio que he oído. Recomiendo 'Midnight Blues' para que se entienda lo que digo. Y el otro, cómo no, es mi hermano Juan.


¿Y esa autoversión de 'Equivoca2? Creo que tienes como unas 22 distintas…


Tengo un gran recuerdo de las sesiones de grabación en los Pirineos de Yeste en 'Lacasia de la Música', un estudio de grabación situado en Yeste, un pueblo deshabitado del pirineo aragonés. Aquella semana de grabación helaba y estábamos prácticamente incomunicados, y en aquel contexto estar allí dejó unas sesiones de grabación nocturnas que recordare siempre. A esta versión de 'Equivocado', que me gustó mucho por como había quedado la voz aquella noche, le añadimos una guitarra afinada en mi bemol, haciendo un nuevo arreglo, y los armónicos de una acústica manteniéndola en poema hasta la entrada de la batería al final donde se vuelve canción. Un experimento alquimista y guiño al pasado.


Faltan las letras en el disco. ¿Hay algo común que las una? '¿Sé volver?' se transforma al final en 'Sé volver'.


Si haces varias escuchas del disco, notarás que algunas letras se llaman entre sí, algunas estrofas de algunas canciones cogen sentido en otros cortes del disco. Es una manera de trabajar que he empezado a adquirir hace poco y que me interesa aún desarrollarla más. Hago que las canciones formen parte de un mismo esquema y eso me permite dar sorpresas a quienes hagan varias escuchas del álbum y se adentren en el juego de la letra. '¿Sé volver?' (interrogativa) fue la primera canción que se compuso para el álbum, y el álbum se cierra son la afirmación 'Sé volver', un corte instrumental desarrollado de otra manera. Es como decir “sé volver pero por otro camino”.


El plantel de músicos ha sido limitado, ¿por medios o porque tú has tenido una parte muy activa?


No es un disco de colaboraciones, tal vez porque es muy introspectivo, alguna guitarra la he grabado junto a Juan Carlos Bernal, quien me ayuda a hacer la criba del álbum y ha estado conmigo preparando las canciones estos años viendo como han ido creciendo. Rut Etayo es una gran voz aquí, de Zaragoza, tiene un preciosa voz rota y bien afinada, fue un placer meter sus coros de voz en 'Can't find love'. Del Morán se encargó de bastantes bajos, también hubo algún piano que metió el productor David Marco en 'El horizonte del lienzo', y finalmente el saxo de Juan Oliver. Ese solo de saxo que aparece ahí llevaba grabado en mi casete de cinta algo así como 16 años en una sesión de grabación con él en una tarde. Ahora ha salido a luz…, a ver si la propia canción me pone en contacto con él porque hace 16 años que no lo veo. Esperemos que la escuche, ojalá. 'El hombre de ojalá' como track del disco también es un homenaje al primer Alquimista de 1995. La idea de la canción es de Salva Honrubia que estaba en una cinta también desde hace 20 años, cuando me pasaba casetes para que cantara cosas encima. En concreto, en esta canción nunca supe qué cantar, es uno de mis 'ojalás' pendientes que se quedó en instrumental. Para mí era un cierre de la primera cara, porque pensé que el disco saldría en dos cedés, pero al final, por razones de maquetación, se metió todo en uno. De ahí, que tal vez sea demasiado extenso. Estoy pensando en ediciones siguientes y seguramente saldrá doble y dejar la primera edición como la edición genuina.


Inevitable sacar a colación el tema Héroes, máxime sin haber hablado contigo públicamente de este tema. ¿Cómo guardas en tu libro vital de sensaciones y sentimientos la experiencia de la reunión? ¿Volverías a involucrarte?


Un sueño cumplido difícil de poner en palabras. Preguntarme si volvería es como preguntarle a un futbolista si le gustaría volver a jugar en el Madrid o en el Barça.


¿Qué fue lo más positivo que sacaste de todo aquello?


Los ensayos preparatorios a la gira creo que fueron de los momentos más emocionantes de mi vida, más incluso que los conciertos, por todo lo que aprendí en ellos. Y revisar ese repertorio mano a mano con Juan fue genial. Un aprendizaje a todos los niveles.


¿Y qué aprendiste?


Aparte de cómo tocar las canciones de Héroes correctamente, ver lo que es hacer una gira mundial de éxito masivo. Es como poder ser astronauta en un corto viaje a las estrellas, y luego tener que vivir sin estrellarte. Más o menos.


¿Viste en algún momento que aquello podía tener continuidad o palpaste que era una reunión artificiosa, de trámite? ¿Hubo tensiones?


Hubo algún concierto en que llegué a pensar que era imposible que Héroes se acabasen por el nivel que estaba tomando, pero en ese momento fue un espejismo. ¿Tensiones? En las canciones, a veces, metimos en los acordes la novena, la treceava, la sexta menor y algún Maj 7.


Volviendo al disco. La presentación es muy atractiva, aunque se echa en falta un pequeño libretito de créditos y letras, pero ya es un gran esfuerzo económico que desde la independencia se hagan cosas así. ¿Una pequeña colleja a las multinacionales?


El diseño lo hizo Susana Pons, diseñadora gráfica de Zaragoza. En un principio quería hacer un juego musical con dados y todo, pero al final se simplificó. Y tienes razón, el libreto con las letras no lo hemos metido en esta primera edición, pero tal vez salgan en ediciones venideras. Hoy en día ya no se venden discos, qué menos que tener una buena presentación para quien se digne a comprarlo.


¿Cómo organizas y has organizado tu vida profesional en estos años?


No solo estoy en esto del disco, también imparto clases de música en el Estudio de Musica donde estudié piano y en Centros de Jóvenes en Zaragoza. El año pasado estuvimos preparando 'The Wall' para dejarlo de tal manera que siempre se pueda hacer si se contrata debidamente.


¿Seguirás pues con el espectáculo 'The WallDivia'?


Solo si lo contratan. Ya no se puede arriesgar con el show, con el IVA cultural y la que está cayendo. Es una pena, porque la ultima versión del año pasado con músicos virtuales en 3D era me hubiera gustado haberla podido presentar en varios sitios.


Una consideración retrospectiva. Me acuerdo cuando con En Pecado te recriminaba que cantases gritando. Ahora, o desde tiempo atrás, la voz es grave y casi confesional. Los ardores de la juventud prematura y el asentamiento de la madurez, supongo...


¿Cual de las dos voces te gustaba mas?


La de ahora.


En este disco me ha salido utilizar mi voz de hablar más que mi voz de cantar, pero siempre tu voz adquiere el estado de ánimo en que te encuentras. No he querido forzar nada, y así ha salido esta vez. Ya veremos en futuras grabaciones en qué plano se sitúa.


¿Algo más?


Últimamente tengo la costumbre de escuchar en Spotify los discos que comentas en Heraldo cada sábado. Utilizo tus artículos para estar un poco en contacto con la vorágine musical que sucede cada semana en el mundo de la música. Ya es casi imposible estar al tanto de todo lo que se hace, ya sabes. En concreto me ha gustado bastante el de Rosanne Cash y el de Linda Perhacs, aunque a Rosanne le pondría una estrella más, o sea, cinco, porque el disco crece en las escuchas sucesivas.


http://www.youtube.com/watch?v=OoD2s6Sv6-M

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