Pulseras 'inteligentes' para no perder a los niños

pulseraNeki
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La Policía aconseja a los padres que apunten a sus hijos un teléfono de contacto por si se pierden en actos multitudinarios, como la cabalgata de Reyes, el pregón de las fiestas del Pilar o con los cabezudos. He visto a padres que escriben el número a sus hijos en la mano o en la suela del zapato. Y, por experiencia propia, recomiendo que los niños memoricen el teléfono desde pequeños (con 5 años ya pueden aprenderse nueve números).


Ahora ha surgido una nueva aplicación para controlar a los niños en espacios abiertos, gracias a unas pulseras conectadas a los móviles de los padres. Se llama Neki (Near Kids) y su autor es Rafael Ferrer, un estudiante de Ingeniería Informática de la Universidad de Zaragoza. Rafael, de 22 años, nacido en La Fresneda (Teruel), está terminando los últimos detalles antes de sacar las pulseras a la venta.


"Estoy desarrollando una pulsera para niños pequeños que se conecta al móvil de los padres. Cuando el menor se aleja del adulto (una distancia regulable en la 'app' del teléfono, podría ser de hasta 40 metros a la redonda), el móvil comienza a pitar y vibrar para avisarle. Es un sistema pensado para ser usado en espacios abiertos y concurridos, como excursiones al aire libre, un centro comercial o un parque. Además, se pueden controlar varias pulseras a la vez desde la app en el móvil", explica Rafael.




El proyecto comenzó hace nueve meses. "Siempre me ha gustado la tecnología y mis padres son maestros. Empecé a pensar una idea que fuera práctica para los profesores cuando salen de excursión con toda la clase y poder percatarse si algún niño se alejaba", cuenta. Su idea ganó una beca Talentum de Telefónica y después ha sido seleccionada por el programa Spin-up de la Universidad de Zaragoza. "He visto que en Taiwan y EE.UU, hay ideas similares, pero creo que en España soy el único que está desarrollando una aplicación de estas caraterísticas", afirma. Varios empresarios se han interesado por su proyecto.


Rafael confía en empezar a vender las pulseras antes del verano. Ahora está negociando con empresas de plásticos y electrónica para que el precio sea asequible. Las pulseras tienen que ser atractivas y seguras para los niños. "Ya voy por mi tercer prototipo. Próximamente fabricaré una pequeña tirada de pulseras y las venderé por debajo del coste de fabricación con la intención de realizar un estudio de mercado. Quiero saber por qué canales se venden mejor, escuchar posibles mejoras y conocer la opinión de los padres. Mi idea es venderlas después tanto 'online' como en una tienda física", explica.

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