Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Obama se sienta a escuchar

Obama no manda. Reina pero no gobierna. Un presidente USA que no invade países parece que se queda sin nada que hacer. Algunos han invadido por no aburrirse. Obama tiene la NSA y las escuchas universales que destapó Snowden, y con ese juguete ya puede entretenerse. Invadir ya no interesa. Solo drones y escucharlo todo. La seguridad preventiva de los metadatos.


Y las decisiones de la FED, que mueven el dinero y mueven el mundo. Los emergentes tiemblan ante la retirada progresiva de los estímulos (imprimir dólares), se les encarecen las vidas. Argentina, Turquía, Sudáfrica.


En vez de invadir, escuchar. Quizá es un avance. Para el votante de USA no es una prioridad el espionaje: además de velar por la seguridad, es un arma comercial, un sector económico en sí mismo. Una mina. Big data. Nuevo mundo con viejas costumbres, como el Watergate. Escuchar a todos a todas horas. Nuevo mundo con Guantánamo sin cerrar. A Obama le queda la reforma migratoria, y la lucha contra la pobreza. Pero no tiene votos.


Así que a Obama le queda escuchar. Sentarse a ver qué le trae la NSA. Una forma de cultivar la empatía global. Diván del siquiatra con info de primera mano.


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Un párrafo de Jordi Pérez Colomé en Obamawordl:


Obama ha aprendido sus límites. También los aprendió su predecesor. En su último año preguntaron a George W. Bush qué le había sorprendido más de ser presidente: “La poca autoridad que tengo”, dijo.