Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Dame todo al Estado por tu bien

El Estado se coge lo que quiere de cada libreta de ahorro y punto.


Este es el avance de la primavera. Europa innova a la fuerza.


Estamos en modo Chipre, que puede aplicarse o no, según el momento alemán y las circunstancias volátiles del día.


Nueva seguridad jurídica rápida:


El Estado se coge lo que quiere de cada libreta de ahorro.


Puede servir para maquillar sus cuentas, para retener a un territorio díscolo y a su vez arruinado, para pagar el rescate de un banco, para llegar a fin de mes.


En la ordenanza merkeliana que circula por las cancillerías no está bien visto pagar el confeti con depósitos recién confiscados. Pero es solo un borrador.


La innovación ha llegado a las máximas instancias:


El Estado se coge lo que quiere de cada libreta de uno o varios bancos.


Ventajas:


El Estado puede prescindir de la Agencia Tributaria. ¡Un gran ahorro en oficinas!


Ahorro en logotipos (austeridad logotiparia) y monserga anual.


Y los ciudadanos (ya súbditos) se libran de la declaración de hacienda. ¡Sobra el ministerio! (no el ministro y los cargos, que tienen que liquidar el ente, lo que llevará cien años; pero sobran los chóferes, aún así: ¡gran ahorro!).




Se simplifica incluso la declaración simplificada.


La Agencia Tributaria se elimina y se privatiza a la vez (doble estrategia). En todo caso sería una privatización restringida (a unas pocas familias reales).




Fuera papeleos y pendrives: el Estado se cobra lo que necesita a cualquier hora.


Este modus operandi ya se aplicaba a los pobres (con escasos resultados). Ahora se universaliza. Salto de escala.


El Estado puede cobrar con criterios arbitrarios universales como hasta ahora. También puede sangrar las libretas de ahorro por sorteo: una especie de lotería inversa.


Todo dentro del comunismo capitalista de amigotes al uso. La descomposición controlada volátil o DCV (depósitos capturados de por vida, por sus siglas en inglés).


Una vez esquilmados los escalafones más bajos y dado que la deuda, en vez de disminuir, ha aumentado milagrosamente, ya se puede extorsionar de forma legal al siguiente nivel:  los ahorradores recalcitrantes, depositantes, inversores empedernidos, etc. Es el modo Chipre con sus variantes locales.


Las variantes podrán modificarse sin previo aviso.


No es que se vaya a hacer. Es una idea. Un plan. Más adelante. Quizá para este viernes o esta tarde. Con tiempo para llamar a los más allegados.


Se puede aplicar un corralito selectivo: en tal autonomía se podrán sacar cien euros los lunes, en tal otra 300 los martes, etc. Este microcaos, sumado a la confusión de los días festivos... ¡puede reactivar la economía!


Actualmente cualquier cosa puede reactivar la economía.


El cliente es ahora accionista. Si en algún futuro (multiverso, quién sabe) ese banco -tal vez liquidado- proporcionara beneficios, aquel cliente en su día convertido a la fuerza a accionista, tendría derecho a cobrar su parte (que le sería intervenida inmediatamente).


Estas incautaciones universales resucitan el consumo una barbaridad.


___