Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Autoindulto y autoamnistía de Estado

Una vez rescatados los bancos hay que rescatar a los corruptos, siempre que sean institucionales o de partido.


La razón (de Estado) es la misma que en los bancos: los partidos son demasiado grandes para caer, sistémicos, etc.


La segunda transición era esto: reconocer la universalidad del delito oficial como parte del estado, empezando por lo más Alto, e indultarlos a todos. Naturalmente será un autoindulto: este proceso ya está muy adelantado, ahora quedan los flecos.


Autoindulto y autoamnistía, fiscal, civil y penal. El estado corrupto se redime a sí mismo. Los partidos hacen piña (Piña Pifia) y pactan la segunda transición, que exime también a las generaciones sucesivas, que podrán seguir heredando los cargos indefinidamente.


Este es más o menos el programa de mano: algún mochuelo tendrá que hacerse la foto del paseíllo por las audiencias y, enseguida, a dormir a casa. Si la gente se encrespa mucho es posible que haya que sacrificar a un figurón, que ya está casi designado.


La primera oleada los bancos, la segunda los próceres. Está por ver si en esta fase, igual que se ha hecho el banco malo hay que fundar un partido malo. Por supuesto habrá que cambiar los logotipos, etc.


Este autolavado no saldrá gratis: habrá que subir la luz, el gas y otros hachazos para que los oligopolios absorban a los expulsados tóxicos.


Hay que inyectar un poco más de miedo, apretar las medidas legales contra el populacho y culpabilizar a todos en general.


Todo esto ya ha ocurrido o está muy adelantado. Los tuits se los lleva el viento.