Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Pararse a pensar

En este momento es más urgente que nunca la mirada estratégica. Decir esto parece una herejía, o una excentricidad.


Para el autónomo o a la micropyme, pararse a pensar suena a despilfarro letal. Sin embargo hay que hacerlo. Hoy mismo. Coger el hábito. Cada día dedicarle diez minutos al pensamiento estratégico. Al mañana. A dibujar el futuro.


El ejercicio es muy sano porque se da por hecho que existirá ese futuro. Y que estaremos en él.  Son escenarios optimistas. Para el pequeño, resistir, sobrevivir, ya es un éxito notable.


Para los medianos y los grandes es una obviedad recordar que han de dedicar recursos a ese enfoque estratégico, prospectivo. Es una obviedad pero en muchos casos no se ejerce. A todas la escalas cualquier recurso es escaso, todo tiembla, todo está amenazado, en trance de ERE.


Por eso mismo es bueno insistir: el pequeño, el diminuto, el mediano y el gigante han de pararse a pensar. Es más: el mediano o el grande pueden recurrir al pequeño para que les ayude a pensarse, a verse. Pueden externalizar esa mirada, encomendar un vistazo original.


Con estas indicaciones:


Todo son variables. El valor fijo es la sinceridad, que se basa en la honradez.