Al Rey se le ve muy flojico. La entrevista de Hermida y el programa posterior es del género homenaje y despedida. La abdicación o el traspaso es inminente, dentro de la parsimonia de las cosas de palacio.

El relevo es urgente. El Príncipe está preparado y su generación aún no ha llegado al poder, colapsado por las anteriores. La transición fue un relevo generacional y ahora se impone otra, que es tan difícil como la anterior.

A la velocidad que marcan los tiempos y los mercados hay que hacer una transición por año. Y ya llevamos algunos de retraso. Ahora se dice una "disrupción" (que no sale en el DRAE pero es legal).

La disrupción podría empezar por el relevo en la Zarzuela. Con ese detalle los políticos se verán menos amparados para seguir parapetándose en un fortín que amplía su irrelevancia por minutos. Mientras la popularidad del Rey sigue bajando ellos deben de pensar que pasan inadvertidos. ¿OLA KE ASE?

Jubilarse le permitiría al Rey seguir ejerciendo su lealtad y su dedicación, aconsejar a su hijo desde el banquillo y echarle una mano en los tiempos agitados que nos sacuden.

Como en este país las abdicaciones han sido en el mejor de los casos forzosas también sería bonito ver una sucesión bien organizada, con su protocolo y su etiqueta. Es un género nuevo, sin antecedentes. Algo para innovar.

Hola, papi, ¿has visto el Toisón?