Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Neil Young: grueso disco, gruesas memorias

Ahora encaja todo. A principios de este año, Neil Young sorprendió anunciando el retorno con Crazy Horse y colgando en su web una larga base instrumental de casi media hora sobre batería y guitarras, que aquí, en el blog, comenté y enlacé. Pero, en julio, publicó un disco de versiones de viejos temas de la América profunda, incluyendo hasta una pieza de fuego de campamento boy-scout como 'Clementine' y hasta una versión del himno británico. De la larga base de Internet, ni rastro. El disco, al que Neil Young obligadamente, irónicamente o cómodamente, le llamó 'Americana', fue polémico, aunque a mí me convenció plenamente, pero el chasco fue total. ¿Cómo era posible que diese a conocer aquella larga base instrumental y luego no la aprovechara?


Bueno, ahora se ha aclarado todo. Aquel disco, 'Americana', era un simple divertimento. Canciones de desengrase entre sesión y sesión del disco 'bueno' que andaban planeando, es decir, 'Psychedelic Pill', que acaba prácticamente de editarse y en él aparece rematada aquella larga base, con la inclusión de voz y guitarras acústicas. Es la pieza que, con el título de 'Driftin' Back', abre este disco doble donde los Horse y el canadiense se explayan: hora y media de duración en tan solo nueve piezas, que significa que no solo la mentada es de por sí larga, sino que hay otras dos de dieciséis minutos y otra de ocho.


Y el Young eterno y más fecundo reluce como una patena, valga la expresión, en un sonido donde la guitarra, como es habitual con los Horses, truena desde los cielos del fuzz y el phasing. No con la ferocidad de 'Rust Never Sleeps', 'Weld' o 'Ragged Glory', pero sí bien pegado al sonido peculiar del cuarteto. Es verdad que da la sensación de que los cuatro viajan con el piloto fijo puesto sobre un ritmo medio y cansado, como cuatro veteranos obreros que han puesto más tornillos que tres ferreterías juntas, pero el lienzo es glorioso, el disco que, por fin, aunque no aporte nada nuevo, más de uno esperábamos del canadiense. Un disco marca de la casa, lo cual no deja de ser una garantía, siendo la casa que es.


The Loner, por otro lado, está exultantemente activo. Además de estos dos discos en solo un año -¿eso no era de la prehistoria?-, acaba de publicar su autobiografía en un tomo de más de 500 páginas, aún no traducido al español. Un jugoso repaso a su vida hecho sin ataduras formales, de manera que frente a largos capítulos los hay de tan solo una página. Episodios penosos como el autismo de dos de sus hijos y la epilepsia suya y de otro hijo, sus matrimonios, su amistad con Dylan y Springsteen, la polémica canción 'Ohio', la reivindicación de Buffalo Springfield, la revelación de que existe una pieza inédita con Joni Mitchel, grabada en las sesiones del memorable 'Tonight's The Night' a la que ella no le ha dado nunca consentimiento de publicación, su pasión por los trenes en miniatura, la creación de una empresa que está investigando un nuevo soporte discográfico… Todo ello brota de forma amena y atractiva en esta autobiografía que, parece, tendrá segunda parte. El caballo está desbocado.


El canal de Neil Young en YouTube ofrece todas las canciones del álbum con sus correspondientes y peculiares vídeos. Aquí, la que abre.


http://www.youtube.com/watch?v=WmHljOmSw6I


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