Esa absurda quema de los rastrojos
l Cambio. La quema de rastrojos es una práctica peligrosa, pero sigue presente en numerosos campos de Aragón. Es habitual que estos incendios acaben descontrolándose, por lo que los bomberos se ven obligados a intervenir a diario para que el susto no pase a mayores. La quema de rastrojos se ha utilizado durante siglos porque es una manera rápida de eliminar malas hierbas o de 'limpiar' un campo antes de sembrar. Además, el agricultor se asegura de que las plagas del año anterior no volverán a reproducirse esta temporada. Los bomberos exigen que la quema de rastrojos solo pueda llevarse a cabo de manera autorizada y siguiendo un calendario, pero los agricultores biológicos y grupos ecologistas piden prohibir estos fuegos por el daño que causan al medio ambiente. De hecho, la práctica ya está prohibida por la UE y ningún agricultor que reciba ayudas de la PAC puede practicarla. Es habitual ver estos días tremendas humaredas en muchos campos aragoneses, que se traducen en toneladas de CO2 que llegan a la atmósfera y contribuyen al efecto invernadero.
¿CUÁLES SON LAS ALTERNATIVAS?
>> Enterrar los desechos. Una forma ecológica de enriquecer la tierra es voltear el terreno para que las plantas que hay acaben convirtiéndose en materia fértil. Esta práctica es especialmente últil con las leguminosas, que desprenden nitrógeno una vez enterradas.
>> Fabricar compost. Sea en un campo pequeño o en una gran superficie, siempre se puede elaborar compost para aplicar a los cultivos conforme vayan creciendo. Las malas hierbas que se retiren antes de la siembra se pueden convertir en humus que mejora la calidad del suelo y aumenta su productividad.
>> Evitar las plagas. Los monocultivos extensivos siempre tendrán grandes problemas de plagas. Ir contra natura supone luchar contra la propia naturaleza. Es mejor diversificar y aplicar técnicas ecológicas para lograr cultivos fuertes en los que el equilibrio entre insectos aseguren una buena cosecha.
