Malos tiempos. Creíamos que eran imaginaciones nuestras pero este año parece que hay muchas menos abejas. Es cierto que la contaminación e insecticidas han dejado a la especie contra las cuerdas, pero aún así es habitual verlas revolotear entre plantas. Este verano, sin embargo, apenas dan señales de vida.

No se trata solo de nuestra terraza:en medio de la ciudad, podría pensarse que quizá no es lugar para las abejas. Amigos nuestros con huertos en la Fuente de la Junquera o incluso en pleno campo como Gurrea de Gállego también echan de menos a estos insectos. Para un hortelano, son imprescindibles:la mayoría de hortalizas solo fructifican cuando las abejas hacen la polinización.

Durante miles de años, el ser humano se ha beneficiado de estas jardineras incansables, pero ahora cada vez es más común echar mano de un pincel para polinizar las flores manualmente. La fotografía de la página la hemos tomado esta misma semana: los calabacines no paran de brotar flores, pero muchas de las femeninas se marchitaban sin recibir polen masculino. Con un pincel pequeñito, se puede tomar una carga de polen y llevarlo directamente a la flor femenina o bien guardarlo en una bolsita y utilizarlo en los días siguientes. Son malos tiempos para tener un huerto.