Un rincón reservado para la hierbabuena

Aromática. Uno de los placeres del huerto sobre terreno o del urbano es dedicar un pequeño rincón a las plantas aromáticas. Al igual que las compañeras que ilustran el reportaje principal de esta página, la hierbabuena es una especie anual, cuya parte aérea muere cada invierno pero que conserva la vida en las raíces, resurgiendo al llegar la primavera. Su verdor intenso, el aroma fresco y las pequeñas florecitas blancas que la adornan en verano son sus principales atractivos. Hay que tener, sin embargo, mucho cuidado con esta planta, ya que es una especie muy invasiva. La maceta o jardinera donde se planta acabará completamente ocupada por ella, por lo que es mucho mejor recluirla en un contenedor independiente pero cerca del huerto urbano.

Las florecitas blancas de la hierbabuena atraen a infinidad de pequeños insectos voladores, que una vez hayan visitado estas inflorescencias acudirán a las de las hortalizas, favoreciendo su polinización. Además, repasar el huerto y quitar malas hierbas será una tarea muy agradable si nos acompaña el olor de la hierbabuena.

Las infusiones con esta planta son también otra de sus virtudes. Basta con añadir unas cuantas hojas frescas a la tetera hirviendo y servir con una buena cantidad de azúcar.