Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

La primera gitana española que fue maestra nacional

adelina
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La semana pasada saqué en Tinta de Hemeroteca el suceso de una gitana muerta a puñaladas a principios del siglo XX en Zaragoza. Y lo hice con cierta prevención, por el trato que se le dispensaba a la víctima por el hecho de ser gitana (estamos hablando de 1903). Quizá por eso he querido traer hoy otro tipo de noticia protagonizada por una gitana. Y les pido que tengan en cuenta también el año en que Alfonso Zapater publicó la entrevista, 1968:

La primera gitana española que ha llegado a maestra nacional es aragonesa. Nació en Ayerbe (Huesca). Adelina Jiménez tiene la piel morena -no faltaría más- y los ojos negros y profundos. Ejerce la carrera del Magisterio en Olsón, del partido judicial de Boltaña.

-Estoy muy bien allí. Me quieren mucho. Pero tengo otras aspiraciones...

-¿Podemos saberlas?

-Sí. Quiero presentarme a oposiciones para localidades de más de diez mil habitantes y tengo el decidido propósito de licenciarme en Filosofía y Letras.

Adelina hablará a las gitanas que lleguen a Zaragoza, procedentes de todo el mundo, en la próxima peregrinación internacional.

La mujer gitana posee extraordinarias virtudes raciales y necesita promocionarse e integrarse en la sociedad actual. Adelina Jiménez -el apellido hace juego con sus cabellos negros y su rostro agareno- es la primera gitana que ha cursado en nuestro país la carrera de Magisterio. Entre los hombres es diferente. Hay muchos más gitanos maestros.

-También tenemos cuatro monjas gitanas, que se desplazarán a Zaragoza para asistir  a la peregrinación.

La gitana aragonesa, doña Adelina Jiménez, maestra nacional, se nos presenta con estas palabras rotundas:

-Me considero la más genuina representante de la mujer gitana. Nosotros, los gitanos, queremos incorporarnos a la sociedad paya, pero antes es necesario también que se nos reconozcan unos derechos. Espero que los gitanos peregrinos sabrán dar testimonio del amor de fe, de solidaridad y comportamiento.

-Adelina, cuando hablas de derechos, ¿a cuáles te refieres?

-A los mismos que tienen los que no son gitanos. Queremos cambiar la mentalidad paya con respecto a nosotros.

-¿Cómo es la mujer gitana?

-Posee un gran sentido de la moralidad. Su máxima ilusión es conservarse íntegra, pura y virgen hasta el matrimonio. Las madres inculcan a sus hijas, desde niñas, estos principios inflexibles que caracterizan la moralidad gitana: respeto e integridad. Nosotras, las gitanas, nos divertimos sin tener que recurrir a la minifalda, sin necesidad de asistir a un club... Son muy pocos los payos que conocen a la mujer gitana. Por esta misma razón han lanzado en más de una ocasión injustos ataques a la moralidad de las chicas de mi raza.

-La mujer gitana raras veces opta por una profesión, por independizarse.

-Sucede así porque temen que el contacto con la sociedad mancille sus virtudes morales.

Adelina Jiménez se ha propuesto llevar adelante una difícil misión cerca de las mujeres de su raza, por una parte, y cerca de las sociedad paya, por otra. Aunque sea preferentemente a los hijos de esta misma sociedad a los que, por su condición de maestra, inculque a diario sus enseñanzas.


¿Qué habrá sido de Adelina Jiménez? Si alguien tiene datos, o fue alumno de ella, por favor, que envíe un comentario al blog. Y, por cierto, esa peregrinación a la que alude el texto es la Peregrinación Internacional de Gitanos, que se celebró en Zaragoza ese mismo 1968, y que será objeto más adelante de una nueva entrada de Tinta de Hemeroteca. Porque se montó una buena.


ACTUALIZADO EL 23 DE MARZO, A LAS 13,30.

Mi compañera Nuria Casas, que tanto me ha enseñado en el periodismo, siempre está al quite. Y en un correo electrónico me dice que Adelina Jiménez 'volvió' al periódico en enero de 2008, cuando la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Y yo, la verdad, no lo recordaba. En la crónica del acto que publicó Helga Martínez en su día -recibió idéntica distinción María de Ávila-, se decía:



Humilde y muy sonriente, la primera en recoger el premio fue Adelina (Ayerbe, 1945), la primera maestra gitana que ha habido en España. Esta oscense, que consiguió su plaza fija a los 21 años, quiso transmitir su alegría con un emocionado mensaje: "Muchas gracias, siempre me acordaré de este momento. Mi mayor deseo es que, en adelante, muchas más personas gitanas reciban esta medalla".

El ministro le contestó en su discurso que ayer era "uno de esos días que se endomingan", porque por primera vez se hacía entrega del reconocimiento a una persona de su etnia.

Además, explicó que a Adelina, que se quedó huérfana siendo prácticamente un bebé, fue su abuela quien le dio la oportunidad de ir a la escuela con tan solo 3 años. "Con 14 obtuvo el certificado de Estudios Primarios y le ofrecieron ser modista, pero ella tenía muy clara su vocación por la docencia”, continuó Caldera, quien añadió que la profesora "ha sido pionera en la lucha contra la discriminación de las mujeres gitanas. 


Y mañana...

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