¡A trabajar! En tan solo unos días, el paisaje ha florecido: almendros, frutales, plantas silvestres... También el jardín vuelve a la vida y se acumulan las tareas que hay que llevar a cabo para que todas las plantas estén en forma. Aunque la poda es mejor realizarla en enero, todavía se puede aprovechar para hacer limpieza de ramas. De hecho, la mayoría ya habrán brotado y el jardinero más inexperto lo tendrá más fácil para saber qué parte se ha secado y cuál debe dejarse. Parras, budelias, mimosas, frutales, trepadoras... muchas agradecen la poda, para rebrotar con mayor ímpetu. En la terraza, también conviene ponerse ya manos a la obra: hay que retirar las especies que hayan podido morir en invierno, podar aquellas que hayan aumentado demasiado de tamaño, sujetar las plantas que necesiten nuevos tutores y realizar los últimos transplantes, antes de que sea ya demasiado tarde. En las zonas más bajas de Aragón es difícil que haya heladas en marzo, por lo que las plantas que se hayan guardado en el interior durante el invierno ya pueden sacarse, para que se habitúen de nuevo al aire fresco.

TAREAS PARA EL MES DE MARZO

>> Puesta a punto Heladas, vientos fuertes y nieve han podido torcer plantas, matarlas o dejarlas en mal estado. El jardinero tiene que controlar todas ellas, para sustituir aquellas que no subrevivieron o intentar salvar las que tengan posibilidades. Si se deja para más adelante, será demasiado tarde.

>> Abonar. Igual que al despertarnos pedimos un buen desayuno, las plantas quieren alimento cuando empieza la primavera. Lo mejor es aplicar una buena capa de compost. Las especies más grandes recibirán con gusto uno de esos 'clavos milagrosos', que les aportan nitrógeno, fósforo y potasio.

>> Semilleros Si queremos ahorrar esta primavera, lo mejor es preparar las plántulas en semilleros. Son una opción barata y los resultados suelen ser buenos. En las grandes superficies se venden bandejas donde colocar la tierra y las semillas. Basta con rociarlas una vez al día y colocarlas junto a una ventana.