Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

Un pequeño milagro en la avenida de Goya

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Pues sí, de 'milagro' se puede calificar el hecho de que se derrumbe una monumental grúa en el centro de la ciudad, aplaste un autobús de línea, una vivienda y varios coches y no haya más que unos cuantos heridos. Ocurrió en septiembre del 79, y así lo contaba Mariano Banzo en HERALDO:

Ayer, poco después de las doce del mediodía, se produjo un accidente que podía haber tenido fatales consecuencias. Una grúa-torre que estaba trabajando en la obra de Coecisa existente en la avenida de Goya, esquina a la calle del Carmen, cayó sobre un autobús urbano que pasaba en aquellos momentos y sobre la casa de la citada calle Carmen, número 28. A consecuencia del violento golpe quedó prácticamente aplastado el techo del autobús de la línea 38, matrícula Z-41.812, conducido por don Antonio Bielsa Blasco. En el momento de producirse el accidente viajaban en el vehículo diecisiete personas y una docena de ellas resultaron heridas de pronóstico leve. También resultó herido de pronóstico leve don Blas Navarro Baranda, de 65 años, inquilino del último piso de la casa número 28 de la calle Carmen, sobre cuya vivienda cayeron unos doce metros de la flecha de la grúa-torre, originando daños de consideración en los tabiques.

Como consecuencia del mismo accidente sufrieron daños tres turismos estacionados en la calle del Carmen y un rótulo luminoso. Numerosísimo público siguió los trabajos de los bomberos desde los alrededores. Se trataba de retirar del tejado de la casa la parte de la flecha de la grúa que se encontraba allí, tratando de que con ello no se produjeran mayores desperfectos. Para ello hubo que utilizar el soplete con el que se cortó la estructura metálica, tras varias horas de denodado esfuerzo.

Urgía dejar libre la calle Carmen, taponada por el autobús y por los restos de la grúa. A través de esta calle circula un tráfico bastante denso procedente de la avenida de Goya. Todo esto no se consiguió hasta las primeras horas de la tarde.

La Policía Nacional y la Municipal se dedicaron con efectividad a controlar el tráfico y evitar que los curiosos se acercaran a la zona próxima al lugar del suceso. Varias ambulancias de Cruz Roja y Garaje Palafox trasladaron a los heridos al Centro de Traumatología y al Hospital Clínico. 

Desde el pasado mes de agosto se venía trabajando en esa obra y nunca se habían producido accidentes. La zona estaba convenientemente vallada. Ayer trabajaban diez obreros que vieron, de pronto, cómo la grúa se derrumbaba y caía sobre la gran zanja que había sido excavada. En ese momento estaban rellenando de cemento los pozos en los que se apoyarán los pilares de la casa. Buscaron refugio como pudieron y, por fortuna, todos resultaron ilesos.



Parece que el accidente se produjo por un fallo del terreno. Por esta causa cedieron los contrapesos o lastres de la grúa-torre, cayó el mástil de unos treinta metros sobre la zanja y la flecha y contraflecha (o parte horizontal de la grúa) se desplomó sobre el autobús y sobre la casa contigua. En el lugar del suceso se personó el alcalde de la ciudad, don Ramón Sainz de Varanda, acompañado de varios concejales. También estuvo allí y visitó a los heridos el presidente de la Diputación General de Aragón, don Juan Antonio Bolea Foradada, quien les ofreció su ayuda y se preocupó por su estado.

Don Antonio Bielsa Blasco, que trabaja en la compañía desde hace treinta y dos años, fue testigo de excepción de lo ocurrido por ser el conductor del vehículo siniestrado. En el interior del autobús, cuyo techo ha quedado prácticamente pegado al suelo en su parte central, al partirse en dos, aparece un gran charco de sangre procedente de los viajeros que viajaban cerca de esa zona, que fueron los más dañados.

El señor Bielsa se pregunta lo que hubiera ocurrido si el autobús hubiera ido lleno, en vez de estar sólo diecisiete pasajeros.

-¿A qué hora se produjo el accidente?

- A las doce y once minutos exactamente habíamos salido de la parada de la calle Duquesa de Villahermosa, en la Ciudad Jardín, y al llegar aquí serían las doce y veinte.

-¿Estaba circulando el vehículo cuando cayó la grúa?

-Estábamos parados, porque no nos quedaba otro remedio...

-¿Puede explicar lo que quiere decir?

-Una hormigonera estaba cargando la cuba que debía ser transportada por la flecha de la gran grúa para echar el hormigón en la zanja. Cuando estaban levantando esa cuba ya cargada, cedió la grúa y el recipiente cayó delante del autobús y nos cortó el paso. A continuación, y en menos tiempo del que se tarda en contarlo, la flecha de la grúa cayó sobre la casa y sobre el autobús.

-¿Llevaba hoy más o menos viajeros que de ordinario?

-Aproximadamente los mismos. Lo realmente grave hubiera ocurrido si esto sucede después de la una de la tarde, que es una hora 'punta' en la que el coche está abarrotado de público.

-¿Se han producido heridos?

-Sí, pero al parecer de escasa consideración, a excepción de uno.

Mientras hablábamos con el señor Bielsa, intentan comunicar con su esposa para tranquilizarla, pero ella había oído ya la noticia por la radio y, muy asustada, se había dirigido al lugar del suceso.

Cuando abandonamos la calle del Carmen vemos en el suelo los grandes bloques de hormigón armado que servían de contrapeso a la contraflecha. También cayeron sobre la calzada, por suerte sin consecuencias.

Digamos finalmente que en este lamentable suceso se unieron una serie de circunstancias que hicieron que lo que podía haber sido fatal tuviera unas ligeras consecuencias. Precisamente para conocer 'in situ' lo sucedido, también estuvieron allí directivos de los Transportes Urbanos al frente del subdirector, don Manuel Franco.


Si algún lector vivió aquel suceso, estaría bien que nos contara aquí sus impresiones.


Y mañana...

La llorada muerte del torero de la tierra

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