Cedros libaneses para decorar con adornos navideños

Al aire libre. Los afortunados poseedores de un jardín pueden saludar a la Navidad decorando árboles y arbustos. No es buena idea plantar un abeto, a no ser que sea en una zona poco soleada, pero el cedro libanés crece a gusto en las zonas más calurosas de Aragón y servirá de sustituto al abeto cuando llegue la Navidad.

Plantar un cedro libanés en el jardín es un acto de gran responsabilidad. Se trata de especies que pueden vivir hasta dos mil años y, aunque es difícil que un jardín particular permanezca intacto durante dos milenios, merece la pena pensar si nos interesa tener una especie que nos va a acompañar durante toda nuestra vida. El hábitat del cedro se encuentra en la montaña, pero la varidad libanesa es mucho más rústica y se puede adaptar a un espacio más árido y caluroso. Aguanta las tierras con cal y las temperaturas altas, siempre y cuando el suelo en el que se encuentre esté bien drenado y no se acumule en él el agua.

Los cedros alcanzan una gran envergadura en su madurez, con una anchura que puede superar los diez metros. Hay que tener eso en cuenta para saber si nuestro terreno es lo suficientemente amplio para un ejemplar tan grande. Las raíces se pueden convertir en un problema si no disponen de lugar suficiente para desarrollarse.