Semillas fértiles en las matas de dondiego

Al final del verano, los arbustos de dondiego pierden su fuerza. Las ramas quedan blanquecinas y se tronchan con facilidad y lo que era un conjunto florido se transforma en una planta marchita. No hay que pensar por ello que el dondiego está muerto, más bien se dedicará a descansar y volverá a resurgir el año que viene gracias a su raíz bulbosa, en la que acumula los nutrientes. A su alrededor y en las ramas marchitas, hay infinidad de pequeñas semillas cuya fertilidad es asombrosa. Solo hay que ver la cantidad de nuevas plántulas que saldrán el año que viene en las inmediaciones. Un bancal de dondiegos es siempre un rincón lleno de vida.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión