>> Luminosas. La rabaniza blanca (diplotaxis erucoides) pertenece a la familia de las crucíferas y es una de las flores más populares de la primavera urbana. En cualquier solar o terreno abandonado aparecen, aportando una nota de color. Su capacidad de multiplicación es tan grande, que muy a menudo germinan en otoño las semillas expulsadas durante la primavera. Los chaparrones de octubre y la temperatura agradable del otoño mediterráneo hacen que las rabanizas sean casi omnipresentes a nuestro alrededor.

En enero, es habitual verlas cubiertas de escarcha. Incluso en inviernos fríos la rabaniza ha hecho acto de presencia en terrenos muy expuestos, como los cinturones de ronda. Resulta llamativo que una planta tan común en España sea una desconocida en países cercanos como Portugal o Grecia. Con seguridad, el actual intercambio de piensos y el aumento de viajes entre países hará que las semillas de rabaniza lleguen a esas tierras y comiencen a colonizarlas.