Como elemento central del salón y uno de los muebles claves a partir del cual se estructuran el resto de componentes de la casa, la elección del sofá es una de las decisiones más importantes a la hora de equipar un hogar. Pero, aparte de su relevancia en el ámbito decorativo, este adquiere una mayor trascendencia en lo que se refiere a la salud y el bienestar de cada persona.

El tipo de sofá con el que se cuenta influye notablemente en ello por diversas razones y existen empresas que lo tienen muy en cuenta, como la zaragozana Tapigrama, que lleva 20 años fabricando modelos en función de las necesidades concretas de los usuarios a este respecto. En primer lugar, allí, los clientes tienen la posibilidad de solicitar el diseño de su prototipo a la carta y acorde a las medidas y obstáculos que puede presentar el escenario en el que se ubicará: columnas, radiadores, etc. Unos impedimentos que desde la empresa tratan de salvarse de forma efectiva, además de por cuestiones estéticas, para aprovechar mejor el espacio útil de sentada.

Las posibilidades que existen a la hora de elegir el sofá que presidirá las viviendas son infinitas y el cliente cada vez está más informado sobre todo lo que existe en el mercado y aquello que concuerda mejor con sus necesidades. Unas demandas que se concretan aún más cuando interviene la salud, que puede verse afectada si el usuario no se sienta correctamente.

Conocedores de estas circunstancias, los responsables de Tapigrama recomiendan acordarse siempre de la importancia de adoptar una postura saludable en el sofá, manteniendo la espalda erguida, repartiendo el peso entre las dos piernas, apoyando los pies en el suelo y colocando las rodillas en ángulo recto con la cadera. Además de ser muy relevante para descansar eficazmente, es primordial para prevenir molestias inesperadas al levantarse y evitar la tensión muscular y el dolor de espalda que pueden ocasionarse.

Con el fin de conseguirlo, desde la empresa se aconseja especialmente tener la columna alineada, para lo cual es fundamental que el tamaño del sofá se corresponda con la altura de la persona (especialmente en lo tocante a la altura del respaldo y el fondo del asiento). Asimismo, también se sugiere proteger la zona lumbar apoyando bien los huesos de la pelvis en el asiento, la parte baja de la espalda en el respaldo y los pies en el suelo; apoyar la cabeza de manera natural en el respaldo y que esta se mantenga alineada con la espalda para que el cuello no se resienta; y, a la hora de tumbarse, es recomendable que se coloquen cojines debajo de la cabeza y las rodillas.

Los diferentes tipos de sentada

La experiencia de la entidad en este sentido se refleja además en numerosas vertientes. Desde Tapigrama sostienen que, si cada cuerpo es diferente, cada sofá también debería serlo. Aunque son muchos los factores que intervienen a la hora de elaborar este mueble, la mayoría de ellos se diseñan para un público amplio que constituye alrededor del 80% del total. De forma que es ese otro 20% del mercado, formado por clientes con un físico menos usual y algunas características específicas, el que precisa de modelos a la medida de su estatura, peso u otras exigencias propias de la manera que tienen de sentarse o tumbarse.

Un campo en el que la empresa se maneja con destreza después de un amplio bagaje y teniendo muy presente que, si las personas que habitan un mismo hogar se sientan de una forma diferente, el sofá que van a emplear también se puede fabricar con tipos de sentada distinta, y todo ello sin que se perciban diferencias a nivel estético.

Una serie de cuestiones que son clave para conseguir adoptar una postura saludable y aprovechar al máximo los beneficios que puede proporcionar el elemento principal de la casa.