Barbastro se convierte en la capital de la imagen

Bfoto celebra su tercera edición en junio con exposiciones, talleres, charlas y actos callejeros de participación popular .Exponen su obra Anka Zhuravleva, Alfredo De Stéfano, Beatriz Castellón y Lino Bielsa, entre otros fotógrafos.

En Barbastro hasta el Vero se ha llenado de fotos. El río avanza por la ciudad bajo diversos puentes y encajado entre muros de hormigón: allí se han colocado piezas de gran formato, son las ‘Verotipias’ que reclaman nuestra atención y que se ven desde la terraza del café La viuda de Vargas: obras de diversas estéticas de tres, cuatro y cinco metros, que se reflejan en la corriente que discurre tranquila, ese mismo lugar donde antaño se bañaba desnuda la pintora Julieta Always.


Barbastro Foto está celebrando su tercera edición con una nueva nomenclatura, Bfoto, el lema ‘Las cosas son extrañas’, tomado del fotógrafo Duane Michals, y con el apoyo de profesionales como el galerista Julio Álvarez Sotos, el fotógrafo y profesor Enrique Carbó y el profesor y escritor Llorens Raich.


El Ayuntamiento de Barbastro colabora económicamente con 3.500 euros en metálico y la cesión de diversos espacios; la Diputación de Huesca subvenciona el evento con 1.500. Lo que resta hasta los 12.000 de presupuesto absoluto lo aportan los 80 socios de la Asociación Fotográfica y de la Imagen de Barbastro (AFIB) y algunos comercios que colaboran con una aportación para el catálogo de 30 euros por local.


Se cuidan los detalles: todas las exposiciones tienen su postal y una pequeña hoja de explicación del trabajo y el currículum del artista. El alcalde y presidente de las Cortes, Antonio Cosculluela, asiste a las inauguraciones como un aficionado más; el viernes participó en la cena al aire libre de invitados, organizadores y artistas hasta la una de la mañana.

Había anunciado apenas unas horas antes que su equipo respaldaba el proyecto y que estaba seguro que Barbastro "también será conocido en el futuro por su apuesta por la fotografía".

Un proyecto coral

Bfoto tiene dos premisas inequívocas, tal como señalan tres de los responsables (Antonio Lachós, Dori Rufas y Julio Ribera) de un proyecto coral: en primer lugar el compromiso con la buena fotografía y sus distintas tendencias, optan por artistas consolidados, con personalidad, y a la vez por proyectos novedosos de jóvenes creadores.


Y en segundo lugar hay un intento claro de trasladar la fotografía al imaginario popular y de conseguir que la gente participe, un buen ejemplo es el Kosofoto: allí todo el mundo puede llevar sus instantáneas y colgarlas en un auténtica fiesta de la imagen. Todo ello se enriquece con proyecciones, talleres y charlas (este año, de Matías Costa…), exposiciones y conciertos.


En el capítulo de muestras, Antonio Lachós advierte al visitante, al curioso o al descreído: "No tema. Son inofensivas (…) Si aparca un rato su teléfono móvil verá que hay otros mundos".


Esos mundos empiezan en la fotógrafa rusa Anka Zhuravleva, que nació en Moscú en 1980 y que expone sus sofisticadas obras, de puesta en escena, entre surrealistas, oníricas y con ecos de los cuentos de hadas en el Centro de Congresos y Exposiciones. Alfredo De Stéfano (México, 1961) ofrece el proyecto ‘Habitar el vacío’ en el mismo espacio. El llano es para el artista "una especie de paraíso, donde vivo la extensión, el vacío, la luz, la soledad, el cielo, y yo, inmerso en ese todo".


En el Museo Diocesano, Beatriz Castellón (Barbastro, 1990) exhibe ‘La sombra del pasado. Re-escribiendo el álbum familiar’, un trabajo patrocinado por el festival que propone un viaje por una familia en el que los "ecos del pasado se trasladan a la actualidad".


En la sede de la UNED, el fotógrafo, y socio de AFIB, Lino Bielsa ha colgado ‘Percibir, sentir’, una propuesta centrada en el retrato y realizada con cámara de placas. Fotografía paciente, primorosa, que reivindica la mirada, la manufactura clásica y el retrato como forma de espejo: del alma, del carácter y quizá del tiempo.Apuesta por los emergentes

Julio Álvarez, Enrique Carbó y Llorens Raich han elegido a cuatro artistas emergentes (Bfoto se subtitula ‘Festival de Fotografía Emergente’), que cuelgan su obra en las salas del Moliné. Son Clara Gasull, barcelonesa, que ofrece un trabajo en torno a la familia y, en concreto, a su abuela, de carácter intimista; la belga Laura van Severen (1993), que presenta seis fotos grandes que giran en torno a las metamorfosis y la fragmentación del paisaje; la italiana Alice Cannara, que explora las relaciones humanas de su propia familia y acompaña sus fotos con textos llenos de humor e ironía.


Y Susana Modrego, zaragozana, ofrece ‘Inverjatitudes’, una obra que presentó en Berlín y la galería Spectrum Sotos, donde juega con los formatos panorámicos, la superposición de imágenes y una idea del ‘collage’ fotográfico.


El programa, entre otros asuntos, se completa con la colectiva ‘28 que son 29’ y ‘Barbastro Open’, que comprende 14 pequeñas exposiciones distribuidas en bares o en la librería Ibor. Como dice Matías Costa, "nuestras fotos son nuestros pasos".


Y aquí, en Bfoto 2016, son una cartografía colectiva y contemporánea de Barbastro.

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