Autismo Soria triplica sus usuarios gracias al avance hacia un diagnóstico temprano

Han pasado en dos años de siete a 22 usuarios, con edades entre los tres y los 22.

La evolución en el diagnóstico del autismo ha sido clave en los últimos tiempos
La evolución en el diagnóstico del autismo ha sido clave en los últimos tiempos
EFE/Hugo Ortuño

El diagnóstico precoz es una de las mejores herramientas para abordar una enfermedad antes de que su evolución no permita una intervención en condiciones. La valoración de los casos de Asperger y del trastorno del espectro autista (TEA) es un proceso "largo"; sin embargo, una evolución en la información y orientación de los profesionales tanto de Sanidad como de Educación, en coordinación con la Asociación Autismo Soria, ha permitido que en los últimos tiempos hayan aumentado los usuarios diagnosticados atendidos en la organización. En los dos últimos años se han triplicado los asociados al pasar de siete a 22, con edades entre los tres y los 22 años.


La situación es una tendencia dentro de Castilla y León, pues la Federación de estas asociaciones indicó recientemente en el Encuentro Regional de Familias de Personas con TEA que los atendidos en estos organismos de toda la Comunidad habían incrementado en un 352% desde el año 2007.


El avance hacia un diagnóstico temprano ha conllevado ese aumento en el número de casos, lo que supone abordar antes y mejor el autismo. "El de Asperger es más difícil, más tardío, incluso puede detectarse a los 14 años", mientras que el "TEA es antes, a los tres o cuatro años", explica la gerente de la Asociación Autismo Soria, Nuria Santa Cruz García, sobre los casos que van llegando a la organización. Menciona que una diagnosis precoz es muy importante, "pues hay una evolución tremenda si, por ejemplo, se tardan dos años más; significa calidad de vida" para estas personas y para su entorno.


La evolución en el diagnóstico ha sido clave en los últimos tiempos, pues anteriormente "como es algo drástico y se hacen muchas pruebas antes de decir lo que es, se le ponía otro nombre", como trastorno generalizado del desarrollo. "Antes los padres invertían mucho tiempo y dinero en un diagnóstico". Pero ahora, una "buena coordinación" tanto con los especialistas en Pediatría del Hospital Santa Bárbara, como de los de salud mental infanto-juvenil del Virgen del Mirón y de los centros educativos está haciendo mucho bien a la hora de detectar antes la dolencia y que desde la organización puedan ofrecer una atención acorde a las necesidades de estas personas.Coordinación

La gerente destaca que Soria "es la única provincia con una orientadora para chicos con TEA", una profesional dependiente de la Consejería de Educación, con la que "trabajamos en colaboración" y aporta "apoyo y técnicas a los profesores".


"En Soria tenemos la suerte de que la coordinación está muy bien porque es algo muy cercano", mantiene Nuria Santa Cruz. Pero todo esto ha tenido detrás un trabajo previo, con formación para el profesorado, en colaboración con la orientadora, además de los profesionales de Sacyl. Aclara que recientemente "hemos dado formación a una treintena de pediatras y también a los sanitarios de Atención Primaria basándonos en temas de diagnóstico porque cuanto antes se detecte mejor". "La respuesta de los profesionales ha sido buena", incide para señalar que habían adivinado "cierto desconocimiento". Para ello les aportaron "herramientas, señales para que ellos puedan detectar y después derivar a un especialista".


Señales de las que son más conscientes los profesionales que trabajan con estas personas, pues es una dolencia con luces y sombras que abarca un amplio abanico de problemas. Reducirla a indicios que pueden confundir sería una temeridad, un alarmismo innecesario.


Pero lo cierto es que padecer el trastorno "no es algo tan raro", observa la gerente de la asociación basándose en estudios que hablan de que lo padece "una de cada 150" personas. "No todos llevan discapacidad intelectual, hay muchas características y tenemos a chicos en la universidad", incide para advertir que sus asociados sean jóvenes "no significa que no existan adultos"; posiblemente no estén diagnosticados. En resumen: complejidad y gran diversidad de personas con esta dolencia, como las piezas de un puzle multicolor, igual que el que ilustra esta página. Nuria Santa Cruz destaca, no obstante, que hay mayor incidencia entre los hombres, que se sitúa en los "cuatro chicos por cada chica". Esta circunstancia se constata en la organización, donde sólo atienden a dos chicas.


El trabajo que se desarrolla en la Asociación Autismo Soria es fundamental; de hecho, la organización se dedica exclusivamente a esta dolencia, "sólo nosotros estamos específicamente para ellos". Un programa de autonomía personal, servicio de ocio y respiro familiar, logopedia, psicólogo.... Y mucho voluntario. "Sin ellos muchas cosas no se podrían hacer", admite Santa Cruz, quien destaca la labor "muy a nivel individual" que se desempeña.

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